La elección de Marrakech hoy podemos decir que no fue muy acertada por el calor que nos hizo, pero eso cuando organizamos la escapada no lo sabíamos.
ITINERARIO:
1.- MADRID- MARRAKECH.
Nuestro avión con destino Marrakech sale de Madrid a las 7:45 horas de la mañana, por lo que teca madrugón. Por lo demás, los trámites en el aeropuerto los solucionamos de forma rápida y casi sin darnos cuenta estamos ya sentadas en nuestros asientos del avión.
Las dos horas y cuarto que estamos volando se nos pasan rápido, intentamos descansar para estar bien despejadas a la llegada.
A las 7:55 horas llegamos a Marrakech, esperamos cola para sellar el pasaporte y aunque un poco desorientadas, salimos del aeropuerto a buscar un autobús que nos lleve hasta el centro.
En la terminal hay muchos taxis que insisten e insisten en llevarnos al hotel, pero nosotras hemos decidido ir en autobús y que nos lleve a algún sitio, porque a decir verdad no tenemos ni idea de donde debemos parar.
La sorpresa viene cuando el conductor nos va preguntando a cada pasajero cuál es nuestro hotel, y aunque os parezca raro como a nosotras, nos fue dejando a cada pasajero lo más cerca del hotel elegido.
Parece que nuestro hotel está en una zona bastante nueva y somos las últimas pasajeras en apearse del bus, pero seguimos sorprendiéndonos cuando el conductor decide bajarse y acercarse con nuestras maletas hasta la recepción.
Muy agradecidas le dimos una moneda y se marchó.
La elección del hotel fue muy buena, tiene de todo y la habitación es gigante.
Desayunamos en la cafetería del hotel y sobre las 10:00 salimos con un plano en la mano dispuestas a llegar al centro para comenzar la visita, pero cuando llevamos 10 minutos caminando, decidimos parar un taxi, el calor es insoportable, y no es para menos, nos dicen que estamos a 49º.
Nos trasladamos directamente hacia un mercado de cuero, que suponemos tiene comisión el taxista, porque nosotros lo único que le dijimos es que nos acercara al centro o hasta una zona comercial para estar más frescas.
El olor a cuero es tan fuerte en este lugar que apenas nos deja respirar, no aguantamos mucho aquí, salimos sin comprar nada, pero en la calle hace tantísimo calor que nos metemos en una pizzería que encontramos.
Pedimos una botella de agua fresca y decidimos quedarnos sentadas un rato a ver si nos habituamos a la temperatura, pero al final pedimos una pizza y después de comerla paramos otro taxi para regresar al hotel y descansar, más tarde podríamos salir sin tanto calor.
La elección fue acertada ya que se formó una tormenta de arena que nos daba miedo pensar que habríamos hecho si nos pilla en la calle.
Nos echamos la siesta y cuando despertamos la ciudad ya estaba despejada, la tarde ya caída y el sol ya no calentaba tanto, por lo que es el momento ideal para salir a visitar la ciudad.
Caminando nos vamos por la Avenue Mohamed V hasta encontrarnos con la gran Muralla de la ciudad. La Muralla rodea toda la Medina y separa la parte antigua e histórica de etilo musulmán, de los barrios más modernos y de estilo más occidental.
La muralla tiene un destacado color rojizo por estar construida con arcilla, y nosotras entramos por una de sus muchas puertas ( Bab Nkob) para hacer una primera visita a la Medina (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) y visitar alguno de los monumentos más importantes de la ciudad.
Nos dirigimos hacia la Mezquita Koutobia (Kutobía). Uno de los símbolos de la ciudad es el alto y bonito minarete de la Mezquita Koutoubia, la más importante de Marrakech.
La mezquita se encuentra muy cerca de la Plaza Jamaa el Fna, centro neurálgico de la ciudad, desde este punto empiezan casi todas las rutas por la Medina.
Todavía con mucha luz solar entramos en la plaza asombradas de la actividad que tiene, ahora llena de puestos de comida para cenar y de gente que no para de un lado para otro.
Elegimos un sitio para cenar y mientras hacemos tiempo para ver la zona de noche, ahora con la temperatura mucho más agradable da gusto caminar y visitarlo todo.
Como vemos que la ciudad no guarda peligro para dos chicas solas, decidimos ir caminando hasta el hotel.
DÍA 2: MARRAKECH (LA MEDINA).
Amanece temprano, pero nosotras viendo que el calor aprieta tanto como ayer, decidimos pasar la mañana por las inmediaciones del hotel y así, cuando nos entre agobio regresamos y podemos bañarnos en la piscina o darnos un masaje en la sala dedicada a la relajación.
Después de desayunar salimos dirección al Palacio de Congresos (Palais des Congrès), seguimos hasta el Casino de la ciudad e intentamos sentarnos en una sombra en alguno de los "parques" o zonas verdes, pero nada de sombra.
Emprendemos el regreso y variando la ruta llegamos hasta la Estación (Gare de Marrakech).
Después nos vamos hasta el hotel y pasamos en la piscina el resto de la mañana.
Cerca del hotel encontramos un restaurante para comer y viendo la carta, decidimos entrar y pasar dentro un rato agradable con el aire acondicionado.
Al llegar al hotel vamos a recepción a preguntar por alguna excursión que podamos hacer por la zona, nos dejan un libro con alguna de las visitas que se pueden hacer en un día y nos lo llevamos a la cafetería para sentarnos a tomar algo mientras decidimos por cuál hacer.
Finalmente nos decantamos por ir al día siguiente a la excursión de Las Cascadas de Ouzoud, situada en las Montañas del Altas.
Lo dejamos reservado y pagado y nos dicen que nos pasarán a recoger a las 8:30 horas por el hotel.
Contentas por la elección de la excursión nos vamos a la habitación a echamos la siesta, que para eso estamos de vacaciones, y al igual que el día de ayer, salimos del hotel cuando las temperaturas empiezan a suavizarse.
Caminando llegamos a la Muralla y seguimos bordeando para buscar una puerta distinta a la de ayer y así ir visitando la Medina.
Mirando el plano de la ciudad, decidimos llegar hasta el Palacio Real, en esta parte de la ciudad la seguridad en la calle se nota mucho.
Entramos por la puerta de la muralla y nos vamos encontrando con un bonito edificio custodiado por la policía y al que no nos dejan fotografiar.
Seguimos caminando visitando toda la zona, por cierto, muy bonita y bien cuidada.
Desde aquí nos adentramos por un laberinto de callejuelas donde apenas hay turistas, solo gente local haciendo su vida rutinaria.
Nos vamos perdiendo sin rumbo claro, pero cuando vemos que empieza a oscurecer, intentamos llegar a la Plaza de Jemaa el Fna y aunque nos cuesta un poco situarnos, no tardamos mucho en dar con ella.
Hace mucho calor y vemos un puesto con unas sandías muy apetecibles, se nos hace la boca agua imaginando su refrescante sabor. La sorpresa fue que al acercarnos lo que creíamos que eran pepitas negras, se movían porque claro está que no son pepitas, sino moscas.
Con ganas de sandía pero decepcionadas, miramos otros puestos de zumos para tomar algo.
Luego nos vamos hasta el mismo restaurante de la noche anterior para cenar y descansar un poco.
Luego aprovechamos a mirar las tiendas que permanecen abiertas para comprar algún recuerdo.
Poco a poco vamos caminando hasta el hotel, a estas horas la temperatura es muy buena y se nota que la gente no tiene prisa por ir a la cama.
DÍA 3: MARRAKECH- CASCADAS DE OUZOUD- PUEBLOS BEREBERES- MARRAKECH.
Nos levantamos a las 7:30 horas para bajar a desayunar y sin prisa estar en recepción antes de las 8:30 horas, que se supone que vendrán a recogernos para hacer una excursión al Gran Atlas.
A las 8:30 en punto vienen a recogernos en un minibus que ya tiene gente de otros hoteles.
Apenas salimos de Marrakech y nos quedamos dormidas con el sol que entraba por el cristal.
A medio camino nos hacen una parada en una especie de jardín botánico, pero apenas se puede ver nada. También hay puestos de recuerdos por si queremos comprar alguna cosa o queremos ir al baño.
Aprovechamos para hacernos fotos con un camello a cambio de una propina.
Sobre las 12:00 horas llegamos al parking y es hora de ponernos en marcha siguiendo al guía.
Comenzamos a caminar atravesando el río Abid, que en esa zona no lleva mucho agua, pero que podemos ver que ha arrastrado materiales en alguna crecida.
El terreno empieza a empinarse, pero enseguida llegamos a una zona de restaurantes y nos llevan hasta el que tenían reservado para nosotros.
Rodeados de naturaleza y con el sonido del agua de fondo, nos sirven platos típicos de la zona y la sorpresa nos la damos cuando nos sirven el postre.
Se trata de un flan de color rosa, al verlo nos entra la risa y la verdad es que no sabe a fresa, solo es el color y punto.
Nos dejan un rato libre para visitar los alrededores y luego nos reúne el guía para que le sigamos y con mucho cuidado ir subiendo y sorteando las piedras hasta llegar a la primera cascada.
Debo advertir que hay que llevar calzado adecuado para ir por las piedras, durante el camino vemos a muchos turistas que van en chanclas y parece un poco peligroso, ya que es fácil resbalar en las piedras y caerse.
Finalmente llegamos a la cascada, había gente bañándose y la verdad es que apetece, pero no os podéis imaginar lo frío que está el agua !!!
Después de un buen rato mirando hacia todos los lados por ver si veíamos monos autóctonos, terminamos por desistir y relajarnos con las vistas.
No sé si se puede seguir para visitar otras cascadas o es que nosotras sólo teníamos pagado hasta éste punto, el caso es que comenzamos el descenso, bastante más peligroso que la subida, por eso insistimos en llevar calzado adecuado (nosotras íbamos en deportivas).
Cuando llegamos al parking, montamos en el minibus y comenzamos el regreso a Marrakech.
Esta vez nos paran a visitar un poblado bereber y nos vamos directos a una casa típica (hecha de adobe).
A nosotras no nos llama la atención, es la misma estampa de las casas de pueblo que hemos visto muchas veces en España cuando antiguamente había un corral donde andaban las gallinas sueltas y algún que otro animal más.
Sobre las 18:00 horas llegamos al hotel, subimos a la habitación a ducharnos y salir a cenar en nuestra última noche en Marrakech.
Elegimos la terraza de un restaurante italiano donde degustamos platos muy ricos.
Sentadas tomando un café vemos como la gente vive mucho más a estas horas que durante todo el día, ahora es el momento ideal para visitar la ciudad aunque no se puedan sacar fotos tan bonitas como con luz.
Caminando nos vamos hasta el hotel y muy cansadas no tardamos en quedarnos dormidas.
DÍA 4: MARRAKECH- MADRID.
Nos despertamos a las 8:30 horas para bajar a desayunar y luego terminar de hacer la maleta.
Cuando lo tenemos todo preparado, bajamos el equipaje a recepción y salimos a dar el último paseo por un parque cercano al hotel.
Este es uno de los pocos parques que hemos visto estos días, el resto son zonas verdes donde la gente se sienta en el suelo y deja pasar las horas hablando.
A las 12:30 llegamos al hotel y decimos en recepción que nos pidan un taxi para ir al aeropuerto.
Enseguida llega el taxi y después de despedirnos del personal, emprendemos el viaje al aeropuerto.
Los trámites de pasaporte y demás lo hacemos rápido, y enseguida estamos buscando un sitio donde comer antes de entrar en el avión.
A las 16:20 horas el avión despega y no tardamos en quedarnos dormidas hasta poco antes de que nos avisen que hay que abrocharse los cinturones porque en breve vamos a tomar tierra en el aeropuerto de Madrid.
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