COPENHAGUE Y MALMÖ. De 21 al 23 Noviembre 2015


En el mes de Septiembre decidimos que la última escapada del año sería Copenhague, queremos visitar mercadillos navideños y sentir un poco el frío típico de la época en la que queremos ir.
Buscamos un vuelo de Ryanair, reservamos un hotel céntrico y cambiamos euros a coronas danesas (DKK) 1 Eur -- 7,41 DKK.

No hemos estudiado a fondo la ciudad, sólo queremos pasar unos días diferentes y divertidos, por eso esperamos con muchas ganas la fecha de salida.

Nos vamos dos amigas y yo, Alfonso ese mismo día también viaja, pero por trabajo, él se va a dar una vuelta por Europa y regresa en vísperas de Navidad.


ITINERARIO:


DÍA 1: MADRID- COPENHAGUE.

Salimos de Ávila a las 12:00 horas con destino al aeropuerto de Madrid, nuestro vuelo de Ryanair sale a las 16:30 horas.
Como casi siempre que hacemos una escapada, sólo llevamos equipaje de mano, por lo que pasamos el control del aeropuerto y enseguida estamos comiendo en un burguer.

La cola para entrar en el avión parece interminable, y nosotras pensando que no iría nadie!!!!

El vuelo despega a la hora prevista, intentamos dormir un poco para que se pasen las horas rápido y cual fue nuestra sorpresa que cuando apagan las luces del avión porque comienza el descenso para aterrizar, por la ventanilla vemos nevar de forma rápida y muy copiosa.

A las 19:50 horas aterrizamos y enseguida salimos del avión. Nos vamos caminando dentro del aeropuerto a coger el tren para que nos lleve a la estación central (parada Kobenhavn H) que muy cerca de allí tenemos el hotel.

Ya es de noche y nieva mucho, tenemos el Tívoli en frente de la estación y todo parece precioso.
No queremos aventurarnos a buscar el hotel caminando y pedimos un taxi para que nos acerque.



En menos de cinco minutos estábamos ya en el hotel cogiendo las llaves de nuestra habitación.
Es sábado por la noche, estamos en Copenhague, si nieva no es impedimento para salir a ver como está la ciudad, pensamos las tres!!!



Nos abrigamos y salimos a dar una vuelta por las calles cercanas al hotel, pero no tardamos mucho en volver al bar que está debajo del hotel para seguir la fiesta sin mojarnos.
El disco bar está a tope y por casualidad o no, la música que suena es  latina y entramos enseguida en ambiente.



Estamos tomando una cerveza y de repente suena la alarma de incendio, no podemos creerlo!!!! nos empezamos a reír y aunque nos resistimos a abandonar el local, enseguida llegaron los bomberos y nos desalojaron.

Otra vez en la calle y sigue nevando !!! pues a otro sitio a tomar algo, total al hotel tampoco nos dejan subir hasta que no revisen y confirmen que todo está correcto.

El pub al que entramos ahora es completamente diferente al anterior, aquí la gente está sentada en mesas pequeñas jugando con juegos de mesa.

Tomamos un café y nos quedamos hablando un buen rato esperando a que los bomberos nos dejen entrar al hotel y podamos descansar.


DÍA 2: COPENHAGUE.

El despertador suena a las 8:00 horas y nos despertamos un poco incrédulas de lo que pasó la noche anterior.
Hemos descansado muy bien y tenemos ganas de ver la ciudad, nos damos una ducha y bajamos al bar (donde sonó la alarma de incendio) a desayunar.

A las 9:00 horas estamos las tres preparadas para salir y con plano en la mano allá vamos!!!

Al salir a la calle notamos bastante frío, pero como estamos muy céntricas caminamos un poco rápido y enseguida llegamos a la plaza Radhudspladsen, donde podemos ver el Ayuntamiento y al lado, por si alguien quiere saber la temperatura, hay un termómetro gigante que lo muestra.



Muy cerca se encuentra una puerta de los Jardines de Tívoli al que entraremos por la tarde para verlo iluminado.


Nos vamos dirección Nyhavn o puerto nuevo, queremos coger un barco turístico para hacer una visita amplia de la ciudad.

El puerto nuevo es el canal más famoso y uno de los lugares más fotografiados de Copenhague.
Antiguamente en el canal habitaban marineros y prostitutas que hacían que el lugar tuviera mala reputación y hoy es una de las zonas con más vida de la ciudad gracias a los bares y cafés.



Sacamos las entradas y  nos dijeron que podíamos subir al barco que salía en breve. Al salir del puerto pasamos por delante de la Ópera y del Teatro Danés entre otros edificios llamativos.

El barco tiene una parte cubierta y otra al descubierto pero como hace frío todos vamos a cubierto.
El mar está picado y con el oleaje apenas podemos abrir un poco la ventana para sacar fotos, pero de lo que no nos damos cuenta es de que el agua está entrando por una ranura de la ventana y está calando el asiento. Al cabo de un rato estábamos caladas el culo y menos mal que nos pusieron calefacción para secarnos un poco.
No paramos de reírnos porque los demás turistas tenían el mismo problema y no sabíamos ni donde sentarnos.

Navegando navegando llegamos a la Sirenita, sabíamos que podíamos bajar y coger el siguiente barco que pasa cada hora, pero decidimos hacer el recorrido completo y luego ir a visitarla por libre.

Al finalizar el recorrido entramos a una cafetería del puerto a calentarnos un rato y a ver si se terminaba de secar la ropa húmeda.


Nos vamos a la céntrica plaza Kongens Nytorv donde podemos ver el Palacio de Charlottenborg, el Palacio Thott y el Teatro Real.



Nos fuimos a una parada de autobús a ver el horario para ir a la Sirenita y aún quedan unos minutos para que llegue el bus, esos minutos se nos hicieron eternos, empezó a llover y hacía mucho frío.

Cuando vamos llegando a la zona del puerto , vemos una imagen de bronce y pensamos que es la Sirenita, pero después de bajarnos del bus y acercarnos nos damos cuenta que no.


Aquello parecía un demonio más que una sirena, hay que seguir a pie hasta dar con la verdadera estatua.

Enseguida llegamos a la imagen más conocida de la ciudad, el lugar estaba lleno de gente fotografiándose con la diminuta Sirenita de Copenhague.



Ahora mucho más centradas, nos vamos caminando hacia el centro de la ciudad buscando un sitio para comer.

En esta época del año en Copenhague anochece sobre las 16:00 horas y aprovechamos para visitar antes de que se haga de noche el mercado navideño que hay en el puerto nuevo.

Aquí el ambiente de turistas y lugareños es constante, incita a bailar y estar contento bebiendo vino caliente y comiendo en la calle. Nos gustó mucho.




Comienza a anochecer y regresamos dirección la plaza del Ayuntamiento por las calles más comerciales de la ciudad.
Estaban abarrotadas de gente que paseaban por los mercadillos, a estas horas la ciudad está preciosa.


Hace frío y vamos directas a ver la temperatura que marca a esas horas el gran termómetro, luego nos dirigimos a la entrada del Tívoli para disfrutar del parque el resto de la tarde.




Los Jardines de Tívoli son una de las mayores atracciones de la ciudad.
Se trata de un parque de atracciones donde además de montañas rusas y trenecitos también se puede disfrutar de exposiciones o conciertos.
Nosotras no queremos subir a ninguna atracción, seguro que con el frío que hace nos cogemos anginas, solo queremos pasear y disfrutar de la decoración que el parque tiene en esta época navideña.






Cuando completamos la visita nos vamos del parque con la sensación de que sólo por ver así el Tívoli ya había merecido la pena visitar Copenhague en invierno.

Nos vamos dirección el hotel para buscar un sitio donde cenar, encontramos un restaurante italiano y entramos a cenar una pizza.
Como curiosidad, deciros que en las terrazas hay mantas para arroparse el que se siente.


Muy cansadas nos vamos al hotel a descansar.


DÍA 3: COPENHAGUE- MALMÖ- COPENHAGUE.

Nos levantamos a las 8:00 horas y en cuanto estamos preparadas (ya con las maletas en un cuarto que habilita el hotel hasta que nos marchemos al aeropuerto ) vamos a la estación central para coger un tren que nos lleve a la ciudad sueca de Malmö.

Sacamos los tikets en una máquina y nos vamos en el primer tren con salida Malmö (los hay cada 20 minutos).

En la frontera entre Dinamarca y Suecia se para el tren y entran agentes de la aduana, pero no nos piden la documentación.

El puente de Oresund, que une ambos países por carretera y tren (Dinamarca y Suecia) se inauguró en la década de 1990 .

Nos hubiera gustado haberlo atravesado en autobús porque las vistas seguro eran más bonitas que en tren, pero nos resultaba más sencillo hacerlo en tren.

El trayecto dura algo más de 35 minutos y sin darnos cuenta estamos en la estación de Malmö.

La visita de Malmö para quien pasa unos días en Copenhague es una buena propuesta, ya que el casco histórico está concentrado y en pocas horas se puede ver.

La ciudad de Malmö, situada en la región de Escania, al sur de Suecia, tiene su historia ligada a su cercanía con Dinamarca.

Es la tercera ciudad más grande de Suecia y se lo debe al puerto, las exportaciones y los astilleros navales.

A poca distancia de la estación central se puede visitar la Plaza Lilla, la Iglesia de San Petri o la Plaza del Ayuntamiento.






La visita que hacemos dura aproximadamente tres horas y volvemos a la estación para montar en el primer tren con destino Copenhague.

Lo primero que hacemos en comer, que aunque nos hubiera gustado hacerlo en Malmö no teníamos Coronas Suecas.

Luego nos vamos en autobús al barrio de Christiania, alejado del centro, este barrio está parcialmente autogobernado y es famoso porque se permite el consumo y venta de drogas blandas.

El ambiente es distinto al de la ciudad, pero nadie se mete con nadie y nosotros nos vamos siguiendo un canalillo para visitar la zona.

Cerca hay una zona nueva, llena de rascacielos muy parecido a el barrio de la Defensa de París.

Cuando comienza a oscurecer volvemos a coger el autobús para que nos lleve lo más cerca de nuestro hotel, es el momento de ir a por la maleta porque tenemos que poner rumbo al aeropuerto.

Despedimos al personal del hotel y nos vamos caminando hasta la estación central para coger el tren que nos lleva al aeropuerto.

Al no tener que facturar el tiempo que tardamos para pasar el control de seguridad y buscar la puerta de embarque es mínimo.

El vuelo de Ryanair sale a las 20:15 horas y tenemos tiempo para tomar algo en una cafetería del aeropuerto.

A la hora prevista el avión despega y las tres horas y media que dura el vuelo lo pasamos medio dormidas, y no se nos hace pesado.

A las 23:40 horas aterrizamos en el aeropuerto de Madrid y es el momento de ir a por nuestro coche para ir a casa.

Benditas escapadas!!!!!

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