En uno de nuestro viajes en coche por Europa, cuando nos disponemos a trazar un itinerario por Francia, Suiza y Alemania, se nos pasó por la cabeza la idea de hacer un viaje diferente, además de disfrutar de bonitas ciudades como Clermont Ferrand, Ginebra, Estrasburgo, Baden-Baden, Posdam o Belín, este viaje iba a ser diferente porque íbamos a dedicar un día entero a las montañas más altas de Europa, íbamos a pasar por la ciudad de Chamonix y subiríamos en teleférico al mirador del Mont-Blanc, para posteriormente hacer una de las varias rutas que se pueden hacer desde allí.
El viaje se desarrolla del 30 de Julio al 12 de Agosto de 2005, y nos acompañan dos amigas dispuestas a pasárselo bien y disfrutar con nosotros del viaje.
ITINERARIO:
DÍA 1: AVILA- CLERMONT-FERRAND.
El día comienza muy temprano, hoy toda la jornada la dedicaremos a hacer kilómetros sin apenas parar, salvo para hacer los descansos necesarios para desayunar, comer y estirar las piernas.
El primer descanso lo hacemos llegando a Burgos, hay que desayunar y despejarnos un poco, pero sin descuidar la hora, volvemos a ponernos en camino para llegar a Irún sobre las 10:15 horas.
Vamos pasando Biarritz, Bayona, y muchos kilómetros de autopista por el Parque "Des Landes" donde se ven muchas cortas de pino.
Sobre las 13:45 horas llegamos a las inmediaciones de Burdeos y paramos en un restaurante a comer.
Casi nos cuesta andar, son ya 700 kilómetros los que hemos hecho desde que salimos!!!
A las 15:00 horas regresamos al coche para hacer los casi 400 kilómetros que nos restan hasta el hotel.
Ahora las carreteras ya no son tan rápidas, aunque también hay tramos de autopista y los paisajes han cambiado.
Sobre las siete de la tarde llegamos a
Clermont-Ferrand y vamos directos al hotel para descansar y darnos una ducha antes de salir un rato a visitar la ciudad y cenar.
Estamos hospedados cerca de la
Plaza de Jaude, lugar ideal para quedar con amigos y hacer compras de todo tipo, pero es una pena que se encuentre en obras.
Caminando por las calles más céntricas se respira aire festivo que invita a la diversión, aunque enseguida nos damos cuenta por qué.
Nos encaminamos hacia la impresionante
Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, de color oscuro debido a la construcción con piedra volcánica de Volvic.
Se encuentra situada en la cima del cerro que forma el centro antiguo de la ciudad.
Aquí descubrimos que hay una verbena, motivo por el que la gente rebosaba ese aire festivo del que hablábamos.
Nos unimos un rato al bailoteo, pero enseguida comenzamos a sentir el cansancio del madrugón y buscamos una terraza para cenar algo.
Ya haciendo un poco de esfuerzo, seguimos caminando hasta la
Basílica de Notre-Dame-du-Port (Nuestra Señora del Puerto) que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Desde aquí emprendemos camino hasta el hotel para descansar, hoy ha sido un día muy largo.
DIA 2: CLERMOND-FERRAND - CHAMONIX.
Hoy nos cuesta madrugar, los kilómetros de ayer pasan factura, pero tenemos todavía casi 400 kilómetros para llegar al próximo destino, y no queremos llegar muy tarde.
A las 9:00 horas ya estamos desayunando y media hora más tarde, preparados para para salir del hotel.
El camino se nos hace un poco pesado a primera hora, pero enseguida pasamos por la ciudad de Lyon y paramos una hora para dar un paseo y tomar un café.
De esta ciudad poco podemos contar porque apenas vemos nada, sólo fue un descanso.
Seguimos nuestro camino y cuando llegamos a la ciudad suiza de Ginebra estaba descargando agua de lo lindo, por lo que no paramos ni a dar un paseo.
Cuando se llega la una y media de la tarde, y aunque no tenemos hambre, paramos en un área de servicio a repostar y comer.
A las 15:15 horas ya estamos en la ciudad de Chamonix buscando el apartamento que hemos reservado para dos noches.
El resto de la tarde lo pasamos descansando, paseando e informándonos sobre los horarios del teleférico y los posibles trekkings.
DIA 3: MONT- BLANC.
El despertador suena a las 8:00 y nos ponemos en pie rápidamente para mirar por la ventana a ver si el día está despejado y nos deja disfrutar de la montaña.
Nuestra sorpresa es que ya se ven los rayos de sol y eso nos hace ponernos en movimiento para estar preparados lo antes posible.
La tarde anterior habíamos comprado leche y bollería para desayunar así como agua, pan y embutido para hacernos bocadillos y llevarlo a la montaña.
Salimos del apartamento caminando hacia el teleférico y sobre las 9:30 ya estamos en la fila para coger el ticket y montarnos en una de esas cabinas que nos llevarán al mirador del Mont Blanc.
El teleferico de L' Aiguille du Midi nos lleva en 20 minutos a las puertas de la Alta Montaña a 3842 m.
Desde sus terrazas, la Aiguille du Midi ofrece vistas a todos los Alpes franceses, suizos e italianos.
Estamos impresionados con lo que tenemos ante nuestros ojos, es impresionante y casi increíble estar en este fascinante lugar.
Después de más de una hora recorriendo todos los rincones y mirando desde todas las perspectivas posibles, volvemos al teleférico para bajar un nivel (hace una parada intermedia antes de llegar a Chamonix) y desde ahí comenzar el trekking que elegimos, el
Balcón Norte.
Después de observar donde habíamos estado apenas unos minutos, comenzamos a caminar por un camino ascendente.
Poco a poco vamos perdiendo fuerzas por el ascenso tan prolongado, y hacemos alguna que otra parada a comer una fruta y contemplar las vistas de Chamonix desde las alturas.
Por fin coronamos y nos encontramos con el
Mirador del Signal Forbes (2198m), ni que decir tiene las vistas que tenemos desde aquí.
Nunca habíamos visto un glaciar y allí a nuestros pies teníamos la vista de
"La Mer de Glace", el glaciar más grande de Francia.
Aprovechamos el mirador para comernos el bocadillo y descansar.
Después de un buen rato, seguimos el camino ahora en descenso hasta llegar al glaciar.
El camino está precioso, lleno de flores y colores vivos, las vistas son envidiables.
Después de un rato bajando ya vemos muy de cerca el glaciar y lo grande que es!!! y ni qué decir de la altura que alcanza el hielo.
Seguimos la pasarela que llega hasta una cueva hecha dentro del hielo y entramos a ver como se viviría dentro de un glaciar.
La visita dura unos 10 minutos y volvemos a salir de la cueva para volver a cruzar la pasarela de madera.
Por la información que tenemos en el folleto informativo que cogimos la tarde anterior, hasta aquí sube un tren cremallera desde Chamonix, imagino que es por eso que en esta zona hay más gente que en el resto del camino.
Nosotros optamos por seguir caminando en lugar de coger el tren cremallera, y ahora que lo cuento, creo que es la opción más acertada, ya que los paisajes son impresionantes, aunque ya os contaré como acabamos todos.
Sabemos que ya no puede quedarnos mucho camino para llegar a Chamonix, pero las piernas ya pesan.
Llegamos a una gran pradera con un descenso bastante pronunciado y decidimos bajarlo rodando, entre risas y fotos la verdad es que adelantamos terreno, pero a los pocos minutos nos damos cuenta que hemos tocado alguna planta que nos ha producido urticaria. Cómo nos pica todo!!!
Ya desde Chamonix echamos la vista hacia arriba y divisamos la lengua de hielo que se puede apreciar desde allí, es impresionante!!!
Ya vamos dirección al apartamento para ducharnos y descansar un rato.
Una vez duchados y descansados intentamos salir a cenar pero las piernas no responden, tenemos unas agujetas impresionantes, yo creo que me he roto todas las fibras que hay en los gemelos.
Creo que yo no salgo a cenar esta noche, yo lo que necesito es meterme en la cama y descansar, y creo que el resto del grupo hace lo mismo.
DÍA 4: CHAMONIX- ESTRASBURGO.
El despertador suena y se supone que si hemos dormido las horas que hemos dormido, deberíamos estar frescos, pero que va... yo al menos estoy que necesito ayuda para moverme.
No queda más remedio que levantarse y en el desayuno nos tomamos una pastilla para paliar un poco el dolor de las piernas.
Pero no creáis que me arrepiento de haber hecho la caminata, solo tengo tristeza de no haber podido hacer algún otro trekking para visitar más de esta bonita montaña. Deuda pendiente para regresar.
Nos despedimos de Chamonix para poner rumbo a otra ciudad preciosa, nos vamos a visitar Estrasburgo.
Vamos pasando por ciudades importantes de Suiza, pero no paramos para llegar temprano y hacer una larga visita a la ciudad.
Son las 12:00 horas cuando llegamos al hotel de Estrasburgo y aunque no tenemos las habitaciones preparadas, nos dejan tener el coche en el parking.
Estamos hospedados en un IBIS cerca de las esclusas, por lo que es por aquí por donde comenzamos a visitar la ciudad.
Cruzamos el
Pont Couverts, coronado por tres torres, y nos vamos hacia la
Petitte France, sin duda una zona especial de la ciudad debido a la construcción de sus casas y lo bien adornada que está la zona con flores.
Vamos caminando por los canales y decidimos ir al embarcadero que hay frente a la catedral para montar en uno de los muchos barcos y dar un paseo y ver la ciudad desde el agua.
Todo un acierto si visitas la ciudad con buen tiempo ya que te va llevando por los canales y las vistas son preciosas.
Os dejamos una vista del Parlamento Europeo.
Curioso ver como los barcos pasan las esclusas.
Cuando bajamos del barco es la hora de comer y decidimos ir hacia la Cathédrale Notre Dame de Strasbourg para buscar un restaurante.
Estamos muy relajados, hace buenísimo y sentados en una terraza dan ganas de dormir, pero no podemos hacer que la pereza se apodere de nosotros.
Nos levantamos y decidimos ir hasta el hotel para lavarnos un poco y dejar las maletas en la habitación.
Decidimos descansar una hora y después salir a pasear por las plazas más céntricas de la ciudad.
A las 16:30 estamos todos preparados para salir dirección a la Petitte France, y desde aquí dirigirnos a conocer la Place Benjamin Zix, la Place des Meuniers o la Place Gutenberg entre otras.
Aprovechamos para comprar algún regalo y mandar una tarjeta postal a la familia.
Cuando comienza a anochecer buscamos un restaurante para cenar y decidimos ir a uno típico que está al lado del canal.
Las mesas eran de ocho comensales y había espectáculo en directo, por lo que se nos presenta una noche divertida.
Después de disfrutar un rato de la sobremesa y los bailes, nos vamos caminando hacia la Catedral porque nos hemos enterado que a las 23:00 horas hay un espectáculo de luces.
La verdad es que estas cosas siempre me han gustado, esperamos a que terminara y luego nos vamos hacia el hotel y como las vistas son tan bonitas, no paramos de hacer fotos.
Hasta aquí llega nuestra visita a ciudades de Francia, mañana seguiremos nuestro camino pero ya por tierras alemanas.
