DÍA 11: COSTA EGEA, ÉFESO.

Después del mal sabor de boca que nos dejó ayer la lluvia, hoy amanece soleado, parece que tendremos suerte para hacer la visita a las ruinas de Éfeso.

El yacimiento tiene dos entradas, nosotros elegimos comenzar la visita por la entrada sur, así se ve de forma descendente y las vistas son  bonitas.
El coche lo dejamos en el parking y cruzamos andando la carretera para llegar a la entrada, pagamos 60TL y comenzamos la visita.

Lo primero que vemos son las Termas, aunque no llegamos a visitarlas, sólo de lejos, ya que hay una cuerda que impide el paso.


Seguimos hasta el Odeón, desde donde se obtienen unas vistas  muy buenas de lo que veremos en la Vía de los Curetes.




No paramos de fotografiar todo tipo de detalles que están en el suelo, pero sabemos que pronto comenzaremos a ver lo verdaderamente importante de la ciudad.


Seguimos bajando y llegamos a la Puerta de Hércules, situada al inicio de la Vía de los Curetes, donde se ponía final al camino para los vehículos y daba comienzo la zona peatonal.


Recibe este nombre por los dos pilares situados uno enfrente del otro. En la decoración de la piedra, se representa a Hércules vestido con la piel del León de Nerma.


La Vía de los Curetes es una de las calles principales de la ciudad y donde se pueden ver a ambos lados, los edificios más importantes.


Llegamos a la Fuente dedicada al emperador romano Trajano, la cual fue presidida por una gran estatua del emperador.


Para visitar las residencias construidas en terrazas, casas nobles, hay que pagar un extra.


Seguimos visitando todos los recovecos del recorrido y nos vamos encontrando con vistas y detalles curiosos como letrinas en los baños.







Pasamos por el Templo de Adriano, del que sólo queda en pie la fachada.


Llegamos al final de la calle y nos encontramos con la bonita fachada de la Biblioteca de Celso, construida en honor a Tiberio Julio Celso.


Es impresionante y está muy bien conservada, tiene una gran base, dos grandes pisos con columnas, estatuas de dioses romanos ...



Después de un buen rato contemplando la belleza de esta biblioteca nos dirijimos  hacia la Calle de Mármol que sale pasando una puerta con varios arcos y llega hasta el Teatro.



Mientras caminamos por la calle observamos el desgaste del mármol producido por las ruedas de los carruajes de la época.
Vamos pasando por el Ágora y llegamos a la Vía Arcadia, calle que conducía al antiguo puerto. Ahora el mar se encuentra a unos 5 km de distancia.





Llegamos a un punto en el que se impide el paso a los peatones y damos la vuelta para llegar hasta el grandioso Teatro excavado en la montaña. Tenía aforo para unas 20.000 personas.




Muy cerca de aquí se encuentra la entrada norte, ya que vemos a varios grupos de turistas que se encaminan hacia allá.
Nosotros emprendemos el regreso por el mismo lugar por que el llegamos hasta aquí, y ahora ya mucho más en solitario vamos viendo los edificios mucho más tranquilos.





De vuelta al coche, emprendemos camino hasta la Casa de la Virgen María, lo hemos visto anunciar cuando veníamos y nos mueve la curiosidad.

El camino es ascendente y con incesantes curvas, desde alguna de ellas se puede ver el mar, certificando así que ahora el mar ha retrocedido unos kilómetros y no llega a Éfeso.


Dejamos el coche en un parking, pagamos la entrada y nos vamos caminando hasta llegar a una zona donde venden souvenirs y hay una cafetería.
Aprovechamos a tomar un café y entrar en el aseo, luego nos vamos poco a poco acercando a la casa leyendo la información que ponen.

Es un lugar religioso cristiano donde el Apóstol San Juan llevó a la Virgen huyendo de la persecución en Jerusalén.





En el interior no se pueden hacer fotografías, hemos observado que la imagen de la Virgen aparece sin una mano, hemos preguntado al guardia de seguridad y nos ha dicho que se la robaron ...

Es la hora de comer y nos vamos hasta el hotel para dejar el coche y salir caminando hasta las calles peatonales de la ciudad a elegir el restaurante.


Tenemos un rato de sobremesa y nos vamos caminando cuesta arriba hasta la colina donde está la Fortaleza de Ayasuluk que también alberga los restos de la Basílica de San Juan.





Al sacar la entrada (15TL)  nos informan que el castillo va a cerrar en breve, pero la visita al resto del recinto permanece abierto hasta las 17:30 horas.
Nos apresuramos en llegar al castillo y entramos para hacer una breve visita, dentro está completamente vacío, lo bonito es verlo desde fuera.





Enseguida nos dijo el guardia de seguridad que se iba a cerrar el castillo y salimos para seguir disfrutando de las ruinas de la Basílica.





Visitamos a la tumba de San Juan Bautista.



Se llega la hora de cerrar el recinto y nos apresuramos a ver el resto del recorrido para salir cuanto antes.



Intentamos visitar la mezquita del siglo XV Isabey Camii, pero estaba cerrada ya, por lo que decidimos ir hasta el hotel para descansar un rato.

Sobre las 19:30 horas salimos a conocer el mercado de la ciudad y nos fuimos perdiendo por entre las calles hasta que encontramos un restaurante para cenar, muy europeo por cierto, y con muy buen ambiente.







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