No es que seamos de visitar museos, pero a decir verdad, no nos ha llamado mucho la atención, dedicamos aproximadamente una hora en hacer la visita.
Nos vamos dirección la parada de tranvía situada a pocos metros de allí y ponemos rumbo hacia Kabatas donde bajamos para montar en el funicular que nos deja en la Plaza Taksim.
Esta plaza es conocida como símbolo de la resistencia de los turcos contra el gobierno, debido a la gran manifestación y los conflictos que se vivieron aquí en 2013 por la protesta al gobierno que quería levantar un gran centro comercial en el parque que ocupa la parte central de la plaza. También es el lugar de celebraciones públicas y sociales.
La plaza es un enorme rectángulo de hormigón con alguna zona verde, fuentes, hoteles y restaurantes, pero poco atractiva.
En la plaza encontramos el Monumento a la República, situado muy cerca de la estación central de Metro de Estambul.
De la plaza sale una de las principales calles comerciales de la ciudad, Istiklal Caddesi o Avenida de la Independencia.
Esta arteria comercial es un incesante ir y venir de gente que sale y entra de los comercios o restaurantes.
Dejamos la Plaza Taksim y vamos hacia la iglesia ortodoxa griega Aya Triada, un poco difícil de encontrar.
La entrada es libre, pero al salir un señor te pide la voluntad pero con recomendación de dar una elevada cifra de liras.
Ahora ya sí que nos dedicamos a descubrir la atractiva y bulliciosa Istiklal Caddesi donde no tardamos en encontrar un emblemático tranvía rojo que recorre la calle (en la plaza Taksim encontramos una réplica donde poder hacerse fotos)
Visitamos la Iglesia de San Antonio de Padua, cuya entrada ubicada en la calle pasa completamente desapercibida si vas distraído.
Aprovechamos uno de los varios restaurantes que encontramos para comer y descansar un rato, luego entramos en una pastelería para comprarnos algún que otro dulce para ir comiendo por la calle.
Finalmente llegamos a Tünel, donde se coge el funicular de bajada, pero nosotros preferimos seguir caminando hasta llegar a la Torre Gálata a ver si hoy hay menos gente esperando en la cola.
Tenemos suerte y después de unos minutos entramos en la base de la torre para sacar las entradas, luego subimos a un ascensor que nos deja en el bonito mirador con vistas al Cuerno de Oro.
Aquí pasamos un buen rato haciendo fotos y buscando los muchos monumentos que ya conocemos de la ciudad.
A la salida de la torre comienza a oscurecer y al igual que ayer, comenzamos a bajar por las estrechas callejuelas abarrotadas de gente.
Como todos los días, terminamos en el Puente Gálata donde podemos decir que aquí los pescadores no descansan nunca, siempre están con las cañas de pescar echadas.
De regreso al hotel, paramos a cenar en un restaurante y nuestros últimos minutos antes de ir a descansar, los dedicamos a pasear por la preciosa plaza de Sultanahmet con Santa Sofía y la Mezquita Azul bien iluminadas.
Hoy nos retiramos pronto porque mañana hay que madrugar mucho para ir al aeropuerto.
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