DÍA 13: ESTAMBUL, BESIKTAS.

Suena el despertador y estamos muy desorientados, son las 5:30 horas, nos tenemos que ir al aeropuerto, nuestro avión de Pegasus Airlines con destino a Estambul sale a las 8:10 horas.

En unos 20 minutos llegamos al aeropuerto, dejamos en un parking el coche de alquiler y rápido pasamos los controles del aeropuerto. Nos da tiempo a tomar un café antes de embarcar, y enseguida estamos sentados esperando a que el avión despegue.

El vuelo se pasa rápido, nos quedamos dormidos  y cuando queremos darnos cuenta estamos aterrizando en el aeropuerto de Atatürk.

Cogemos el metro y no tardamos en llegar al centro. Tenemos reservado un hotel diferente al de los primeros días porque estaba ya completo. Para estos últimos días de viaje, nos hospedamos muy cerca de la Columna de Constantino.

Después de hacer el check-in y dejar las maletas en la habitación, salimos a desayunar a un restaurante cercano.

La visita la comenzamos entrando en el Gran Bazar y descendiendo por entre calles llenas de tiendas y gente por todos lados.


Después de recorrer los entresijos del Gran Bazar, seguimos caminando hasta llegar a la zona del Puente Gálata, donde a estas horas de la mañana hay muchísima gente esperando la cola para comprar un boleto de lotería para el 31 de Diciembre.


Nosotros no compramos lotería, sólo nos quedamos admirados de la gente que acude para comprarla.
Seguimos caminando hasta Eminönü, miramos cual es el barco que tenemos que coger para pasar a la otra orilla del Bósforo y llegar hasta el barrio Besiktas para visitar el Palacio de Dolmabahçe.




Cuando el barco se va acercando a su parada, se tienen preciosas vistas de la Mezquita de Bezmi Alem Kali o Mezquita de Dolmabahçe, y de lo grande que es el palacio.





Llegamos al embarcadero y comenzamos a salir del barco muchísima gente, es increíble el buen servicio que prestan y lo rápido que resulta el embarque y desembarque de pasajeros.

Pasamos por una gran plaza pero apenas deparamos en ella, nuestro objetivo es la visita al Palacio de Dolmabahçe, que fue la residencia de los sultanes desde que abandonaron el Palacio de Topkapi.

Pasamos por el Museo de la Marina y enseguida comenzamos a ver los primeros inicios del palacio.





La entrada no es nada barata, 40 TL incluyendo el harén.

La visita comienza entrando por la Puerta del Sultán y se accede a los jardines de Selamlik, una pena que al ser Diciembre no haya flores que adornen el paisaje...



La visita al palacio es guiada, en turco o inglés, elegimos el turno de habla inglesa y una vez dentro no está permitido hacer fotografías.
Las salas están decoradas con todo tipo de lujos y detalles, pero la sala que más nos ha impresionado estaba al final del recorrido, la Sala de Ceremonias.

En unos 45 minutos estábamos saliendo del palacio, estos guías nos llevan muy rápido!!!

Preguntamos por dónde teníamos que ir para visitar el Harén y una vez en la puerta, también tenemos que esperar un poco a la visita en inglés.

Dentro nos van enseñando las habitaciones, todas decoradas con mucho lujo, pero terminamos un poco saturados con la visita por la rapidez con la que nos llevan, aunque nos ha gustado mucho.

Salimos sobre las 14:30 horas y aunque no hemos comido decidimos acercarnos a visitar la Mezquita de Dolmabahçe.

La mezquita está situada junto al mar, fue mandada construir por Bezm-i Alem Valide Sultan, madre del Sultán Abdülmecid.



Desde aquí vamos caminando hasta el funicular de Kabatas que nos lleva hasta la Plaza Taksim. Lo primero que hacemos es buscar un restaurante donde comer y luego mucho más relajados, pasamos un buen rato paseando por la Istiklal Caddesi.



Como casi todos los días que hemos visitado en Estambul, terminamos el día deambulando por el Puente Gálata, y es que esta parte de la ciudad nos atrae mucho, tiene un ambiente muy especial.




De camino al hotel paramos en una pequeña terraza a tomar té con el riquísimo Künefe.




DÍA 12: COSTA EGEA, PARQUE NACIONAL DILEK- IZMIR.

Hoy no hemos madrugado demasiado, anoche cambiamos los planes para hoy debido a la experiencia con el tráfico en estas carreteras.

Lo previsto era ir a Pérgamo y luego a Izmir pero después del desayuno y despedirnos de los dueños del hotel, montamos las maletas en el coche y nos vamos hacia el Parque Nacional Dilek.

El día no acompaña mucho, hace mucho viento y según nos acercamos al mar, el oleaje es impresionante ...

Llegamos a la primera visita, la Cueva de Zeus, bien señalizada para hacer una pequeña parada y ver sus cristalinas aguas.

Hacemos un breve camino y enseguida llegamos a una zona rocosa que nos adentra a la gruta natural alimentada con agua de mar.




Regresamos al coche y hacemos los pocos metros que nos separan de la entrada al Parque Dilek.
Se puede sacar la entrada para ir a pie o para visitarlo en coche (15 TL por coche).



Vamos parando cada poco tiempo para ir viendo los paisajes y los miradores, también nos adentramos por los caminos que nos indican que hay playa, pero está todo muy mal cuidado, imaginamos que es por ser invierno, pero nos deja un poco decepcionados.




Hacemos el recorrido hasta llegar a una portera que se encuentra cerrada, entonces comenzamos el regreso y la última parada la hacemos para caminar un buen rato por un cañón.


La verdad, caminar por el campo era agradable después de tantos días de visitar monumentos.
En cuanto a la cantidad de animales que dicen los indicadores que podemos ver, no vimos más que un jabalí que salió delante de nosotros como una bala ....

No demoramos mucho la estancia, sobre las 11:00 horas estamos ya de camino hacia la ciudad de Izmir donde dormiremos esta noche.

Izmir es una gran ciudad, al llegar nos encontramos con una caótica circulación que nos demora más de 45 minutos el llegar al hotel.

El hotel lo hemos cogido en el centro de la ciudad y menos mal que nos ofrecieron la oportunidad de plaza de garaje, sino... no sé que hubiéramos hecho !!!

Plano en mano salimos del hotel y nos dirigimos al Kültül Park un gran parque lleno de vegetación donde destaca la Torre de Parachut.





Luego nos vamos dirección la costa, donde paseamos un buen rato y encontramos un pasaje con tiendas y restaurantes y aprovechamos a comer (Konak Pier)



Desde la terraza de alguno de los restaurantes se obtienen muy buenas vistas al mar, pero el viento no es propicio a pedir la comida al aire libre y preferimos comer dentro.




Nos adentramos más en el centro histórico de la ciudad y llegamos al Ayuntamiento y a la Torre del Reloj (Konak Clok Tower), situada en la Plaza Konak, en el corazón de la ciudad.


Muy cerca nos encontramos con un gran bazar, se trata del Mercado de Kemeralti,  donde podemos encontrar todo tipo de productos, antigüedades, joyería, alimentación... pasamos un buen rato de la tarde paseando y perdiéndonos por sus callejuelas.




El ambiente es auténtico, el bullicio se apodera de nosotros y el ánimo se nos pone por las nubes, nos encanta todo lo que vemos. Aprovechamos a tomar un té y comer un pastel, además también compramos unos higos secos, famosos en la ciudad.



La verdad es que no nos apetece desvincularnos del ambiente, pero según el plano, tenemos bastante cerca el Ágora y nos vamos para allá.
La pena fue llegar cuando ya estaba cerrado, menos mal que desde la verja llegamos a ver alguno de los yacimientos.


Enseguida comienza a oscurecer y el frío se hace notar. Volvemos a pasar por el bazar y nos damos cuenta que los puestos comienzan a cerrar y la gente poco a poco va desapareciendo de las calles.

Entramos en una cafetería cercana a la Plaza Konak, el local está casi completo, la gente comienza a llegar a cenar aunque nosotros sólo nos tomamos un café bien caliente.

Cuando salimos de la cafetería ya es de noche por completo, ahora hacemos el camino de regreso al hotel viendo los edificios iluminados.



Nos vamos pronto a descansar ya que mañana será otro día de los que toca madrugar mucho para ir al aeropuerto.



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