SORIA



Soria es la capital de Castilla y León menos poblada y la segunda de España detrás de Teruel, pero eso no le resta ningún atractivo a esta ciudad bañada por el río Duero y con amplias zonas verdes.
La ciudad cuenta con un amplio patrimonio y hasta ahí nos desplazamos en los días del puente de Mayo para descubrirlo.
Lo primero que hacemos es hacernos con un plano de la ciudad en la Oficina de Turismo, situada muy cerca de la Plaza Mariano Granados. Comenzamos la visita por esta céntrica plaza donde encontramos la puerta al Parque Alameda de Cervantes, una gran zona verde donde relajarse en días soleados, cosa que a primera hora de nuestra visita no hace, porque tenemos 3º C.




Caminamos por la céntrica calle de Marqués de Vadillo y poco a poco nos adentramos en el Centro Histórico de la ciudad. El primer edificio importante con el que nos encontramos es la Diputación y al lado Hacienda.




En la misma plaza también se sitúa la Iglesia de San Juan de Rabanera, una pequeña iglesia románica del siglo XII, de la que destaca el ábside y el pórtico, que en su día pertenecieron a la iglesia de San Nicolás, hoy en ruinas.



Nos vamos hasta la cercana Plaza Mayor donde se encuentra la Casa de los Doce Linajes (Sede del Ayuntamiento actual).
La parte central de la fachada es un ejemplo de la arquitectura civil soriana del s. XVII, con la parte baja porticada, dos pisos de balcones y un último con ventanas.


La institución de los Doce Linajes se asentó en la Plaza Mayor en 1557 en lo que se conoce como Casa del Común. Posteriormente compraron y readaptaron el edificio para la función estamental.
La Rueda de los escudos de los Doce Linajes  es lo más llamativo de la bonita fachada.

En el centro de la plaza se encuentra la Fuente de Los Leones. A un lado del Ayuntamiento se encuentra la Casa del Común, en la que se abre el arco del Cuerno, sede del Estado Llano de Hombres Buenos de la Ciudad de Soria y donde se conservan los Fueros que otorgaron derechos a los sorianos.


En la Plaza también podemos visitar la Iglesia de Santa María la Mayor, originalmente era la iglesia de San Gil, de la que todavía se conservan restos románicos.
En esta iglesia contrajo matrimonio el poeta Antonio Machado con Leonor Izquierdo, y aquí se celebró el funeral de Leonor pocos años después.



En una esquina de la Plaza Mayor encontramos la Torre de Doña Urraca o Palacio de los Beteta.
La reina Urraca de Castilla se casó con Alfonso I de Aragón en 1109, matrimonio lleno de problemas políticos y conyugales, terminando el Rey por repudiar a su esposa y entregándola a los Castellanos en la ciudad de Soria.
Este echo dio lugar a diversas leyendas y aunque esta torre fue construida muy posteriormente a esta época, se la conoce como Torre de Doña Urraca.



Para terminar la visita a la Plaza Mayor, tenemos que acercarnos al edificio del Palacio de la Audiencia, con grandes arcos en los soportales.

Durante años albergó la sede del Ayuntamiento y la Cárcel. En la actualidad alberga el Centro Cultural Palacio de la Audiencia donde se realizan exposiciones, obras de teatro, conferencias y otros actos.


Abandonamos la bonita plaza y nos encaminamos hacia la zona del río Duero. 
En el camino nos encontramos con la Concatedral de San Pedro, con un interior amplio y grandes pilares cilíndricos.

La visita al claustro tiene un precio de 2 euros, pero tanto en el interior de la iglesia como en el claustro está prohibido hacer fotografías, por lo que tenéis que visitarlo para no perderos detalle.



Recorremos la corta distancia que nos separa del puente sobre el río Duero y donde comenzamos a ver a mucha gente haciendo deporte por ambas márgenes, porque como ya os hemos dicho, la ciudad tiene muchas zonas verdes y caminos bien adaptados para practicar senderismo, correr o ir en bicicleta.

Este emblemático puente medieval tiene 8 arcos de medio punto que salva el desnivel del terreno o la diferencia de altura de ambas orillas.



Desde este punto salen dos rutas muy turísticas, una para cada lado del río, y como tenemos pensado hacer las dos, nos decantamos por empezar a caminar hacia la Ermita de San Saturio.
Caminamos esta márgen del Duero por una pasarela de madera y luego por un relajante camino donde los paisajes nos encantan y se nos hace ameno hasta llegar a la pequeña Ermita.



Debido a las medidas de seguridad por el coronavirus tenemos que esperar unos 5 minutos a poder entrar a la Cueva de Peñalba sobre la que se construyó la Ermita.
San Saturio es el patrón de la ciudad de Soria y sus restos reposaron en esta cueva hasta que fue construida la ermita, luego éstas reliquias se trasladaron al altar mayor del templo.


El recorrido por el interior nos va enseñando las diferentes salas como la del Cabildo de los Heros o la Capilla rupestre de San Miguel entre otras.



La iglesia tiene un pequeño altar barroco y está bien adornada con frescos tanto en la bóveda, cúpula y muros.




A la salida de la iglesia las vistas de los alrededores son preciosas, sin dudar el enclave de esta Ermita es el mejor de toda la ciudad.

Realizada la visita, bajamos hasta el puente que cruza el río y nos vamos a la otra margen para hacer el regreso por ahí.
Desde esta parte del río la vista de la Ermita es muy bonita.


El regreso hasta el puente donde comenzamos a caminar es igual de bonito y animado que por donde hicimos la ida.

Hemos parado a tomar un refresco en Soto Playa donde a estas horas de la mañana no encontramos ni un hueco libre para sentarnos a descansar un rato.



La siguiente visita es el Monasterio de San Juan de Duero del s. XII donde la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén se instaló.
Pasado el tiempo fueron reformando la pequeña iglesia románica y levantando el resto del monasterio.


El claustro es la única dependencia monacal que queda y es uno de los mejores conservados de España.






En el mismo recinto donde se encuentra el Monasterio de San Juan de Duero, en la orilla izquierda del Duero, también se encuentra el Monasterio de San Polo.
En este monasterio se asentaron militares de la Orden del Temple, que junto con los hospitalarios de San Juan de Duero, defendían el acceso principal a la ciudad.


Seguramente la ciudad tiene otras muchas iglesias románicas dignas de ver pero nosotros dedicamos el resto del día a deambular por las plazas y calles principales degustando productos de la tierra y envolviéndonos en el ambiente.





Visitas por la provincia:

-  Yacimiento- Museo Arqueológico de Numancia, la ciudad de Numancia fue un importante asentamiento celtíbero que resistió a los romanos por unos 20 años.
Finalmente los romanos rodearon la ciudad y amurallaron la zona hasta que los habitantes, a falta de agua y comida, tuvieron que rendirse.

En la casa de recepción de visitantes explican la historia y como estaba formado el poblado.
Durante el recorrido por el yacimiento, se puede ver restos de casas que componían el castro, tanto de estilo celtíbero como romano.
Todavía pueden verse restos de columnas romanas y ayudados por un plano que dan a la entrada uno puede hacerse a la idea de donde estaban los campamentos romanos y una pequeña reconstrucción de la muralla que protegía la ciudad.







-Calatañazor, esta pequeña villa ofrece una ventana al pasado por ser un pueblo típico de la zona bien conservado.
Su nombre deriva del término árabe "calat am nasur" que significa Castillo de buitres.


Dejando el coche a la llegada del pueblo, bien merece la pena un paseo por sus calles empedradas, pasando por la iglesia y llegando al castillo y zona de las murallas.

El casco urbano se diseña a partir de la Calle Real y la Plaza Mayor es el centro de la villa, de donde sale la calle porticada muy típica en pueblos castellanos.




La iglesias de Nuestra Señora del Castillo es de origen románico s. XII pero nos la encontramos cerrada y no pudimos ver su interior.




De camino al castillo nos encontramos con una columna llamada Picola o Rollo, que tenía la función penal y era donde se exponía a los malhechores a la vergüenza pública.


Finalmente se llega a las ruinas del Castillo de Calatañazor donde sobreviven algunos lienzos y parte de la torre del homenaje. 




Por el lado de la población, cuenta con un foso y por el Valle de la Sangre la propia altura de los riscos ofrecía suficiente protección.
La población estaba amurallada, pero de ésta muralla sólo se conservan lienzos en la parte noroeste y sur.




El Burgo de Osma, cuenta con una bonita muralla que encierra un núcleo medieval donde las calles y plazas tienen categoría de Conjunto Histórico Artístico.

Cuenta con una imponente Catedral románica en medio de una gran plaza, y muy cerca siguiendo la calle Mayor, nos encontramos con el Palacio Episcopal, donde nos llama la atención su bonita fachada de piedra.





Nadie que visite esta tierra debería de irse sin probar una de sus especialidades culinarias, la Mantequilla de Soria, con Denominación de origen, está exquisita...



- San Esteban de Gormaz, es un gran municipio y cabeza de partido judicial de una comarca cuyos pueblos conservan manifestaciones de su cultura campesina: casas de piedra, bodegas, lagares ...y donde podemos encontrar bastante arte románico.

San Esteban de Gormaz está situado a orillas del río Duero y por su emplazamiento estratégico, se le llegó a considerar la Puerta de Castilla.

Su puente sobre el Duero es de origen medieval, tenía una torre en el centro que contenía una Virgen que desapareció a comienzos del siglo XX.



El castillo y la población de San Esteban de Gormaz, situados en la margen derecha del Duero controlando el puente medieval que lo atraviesa, adquiere un papel esencial en la ocupación árabe y posterior reconquista cristiana a su paso por Castilla.
La fortaleza durante el s. X fue ocupada por árabes y cristianos hasta que finalmente pasa a manos cristianas a mediados del s. XI

Según el poema del Mío Cid a San Esteban de Gormaz se dirigieron las hijas del Cid tras la Afrenta de Corpes, acaecida no muy lejos de aquí en el término de Castillejo de Robledo.


El castillo, se encuentra situado a lo alto de un cerro dominando la población. Es de origen musulmán con reformas cristianas posteriores. Hoy en día su estado es ruinoso pero merece la pena subir hasta aquí para ver los restos y las vistas del pueblo.
También se aprecian restos de muralla que desciende el cerro hacia abajo.




En San Esteban de Gormaz encontramos dos iglesias románicas del s. XII, el Rivero y San Miguel.

San Miguel tiene galería porticada de siete arcos, pionera en Castilla y donde es venerada por los lugareños  la Virgen del Castillo.



Santa María del Rivero es algo posterior a San Miguel. Una inscripción sobre el sepulcro de Vidas Pascual nos lleva a la leyenda del Caballero Fernán Antolínez, en la que sus armas fueron de la mano de un ángel a luchar contra los moros que cruzaban el Duero mientras él escuchaba misa.



Caminar por sus calles es muy agradable, se van viendo construcciones típicas que nos llaman la atención, se puede decir que hay tantas bodegas como casas  ...


Finalmente llegamos al Convento de San Esteban y desde aquí regresamos al coche poniendo fin a la visita de este bonito pueblo.



- Berlanga de Duero, este pueblo conserva antiguas calles con casas con entramado de madera, una preciosa Colegiata de Santa María del Mercado y una bonita y coqueta plaza porticada.
Pero además guarda otros muchos encantos que fuimos descubriendo poco a poco como su castillo y el Palacio de los Duques de Frías.

El pasado de Berlanga de Duero estuvo ligado a continuos saqueos, destrucciones y repoblamiento debido a los enfrentamientos continuos en la frontera del Duero. El máximo esplendor llega a Berlanga en tiempos renacentistas, cuando los Duques de Frías y Haro engalanan y construyen nobles edificios como la Colegiata, el monasterio, el hospital o el Rollo gótico.

La visita la comenzamos nada más llegar a la localidad, ya que en la misma carretera nos encontramos con el majestuoso Rollo Gótico o Picota, que se dice que es el más bonito y mejor conservado de la provincia.
Esta Picota indicaba que la villa tenía su propia jurisdicción y también servía para ajusticiar a los que delinquían. 


A pocos metros se encuentra la Ermita de la Soledad, de estilo gótico.


Dejamos el coche y comenzamos la visita a pie llegando a la Puerta de Aguilera, único resto visible de lo que fue el recinto amurallado de la villa.


Berlanga estuvo rodeada por dos murallas, la Cerca Vieja, que rodeaba el cerro del castillo y que aún se conserva bastante bien, y la Cerca Nueva, que circundaba la villa bajomedieval de la que sólo se conserva la Puerta Aguilera.

Pasamos la Puerta y nos adentramos en la villa paseando por sus calles hasta llegar a la Plaza Mayor, centro de reunión para los locales



Desde la plaza salen varias calles principales, nosotros cogemos la que nos lleva a la Colegiata de Santa María del Mercado. Sólo la hemos podido ver por fuera porque la encontramos cerrada el día de nuestra visita, pero deciros que es majestuosa y digna de admirar.


Desde aquí ya divisamos la silueta del castillo a lo alto de una suave colina, pero también vemos que está en obras para su reconstrucción donde varias grúas trabajan en el proyecto.

Nos acercamos y vemos que a los pies del castillo se encuentran los restos del Palacio del Condestable o de los Marqueses de Bergara, donde se recibían a reyes y nobles.
En la fachada de puede ver el gran escudo de los Marqueses de Bergara.

Delante del edificio se encuentra la estatua de Fray Tomás de Bergara, personaje muy importante en la colonización de América. Su sepultura se encuentra en la Colegiata así como un gran lagarto que trajo de aquellas tierras.




Caminamos un poco intentando tener una mejor perspectiva del castillo, ya que como os hemos dicho está cerrado por obras, y con encontramos con una preciosa estampa del Castillo y la Muralla.




Con esta preciosa imagen de Berlanga regresamos al coche y antes de abandonar el pueblo pasamos a visitar la Ermita de las Torres, situada justo en frente de la Puerta de Aguilera.
La ermita formaba parte del hospital de peregrinos, del que sólo se conserva la enorme chimenea que se puede ver justo detrás de ésta.
La ermita alberga la imagen de la Virgen del mismo nombre.





- Rello, una pequeña villa medieval amurallada que pudimos visitar en solitario.
Rello está situado en lo alto de una peña rocosa ubicado en los Altos de Barahona, en la Hoz del río Escalote.



Al interior del municipio se accede a través de dos puertas, por la que nosotros accedemos se puede ver el escudo heráldico del Señor de la Villa, Lorenzo Suárez de Mendoza.



La Muralla rodea y protege la villa, está flanqueada con varias torres y rematada con almenas.





Bajo el lienzo de la muralla se sitúa la Torre del Agua, de forma cilíndrica que servía para recoger agua del río Escalote.


La pequeña iglesia de Rello la encontramos cerrada, pero tiene un encanto especial al igual que todas las calles del pueblo.


En cuanto al Castillo de Rello, deciros que muy a nuestro pesar sólo se conserva la Torre del Homenaje, en muy mal estado, y un aljibe.


Si visitáis la zona en primavera, como ha sido nuestro caso, os encontraréis con los campos de colza en flor, donde seguro que tenéis que parar el coche ha hacer fotografías porque está del paisaje con colores preciosos.




- Medinaceli, municipio histórico que tuvimos la suerte de conocer durante una escapada a la provincia de Guadalajara aprovechando la cercanía.

La visita  la comenzamos por el reconocidísimo Arco de Medinaceli, arco romano con triple arcada que en  tiempos del Emperador Domiciano servía de acceso a esta ciudad situada en la calzada romana que comunicaba Emerita Augusta (Mérida) con Cesar Augusta (Zaragoza).

Hoy en día también sirve de entrada al casco histórico de la ciudad.


En esta ciudad medieval convivieron las tres grandes culturas: árabe, judía y cristiana.

El Cid Campeador, D. Rodrigo Díaz de Vivar, caballero valeroso, eligió esta ciudad para dirigir desde aquí sus tropas contra el enemigo situado en las vegas de los ríos Jalón y Jiloca.

Caminamos por la ciudad casi en un completo silencio fotografiando muchos de los adornados rincones.






Llegamos hasta la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción y luego entramos en la porticada Plaza Mayor, corazón de la villa.
Aquí encontramos el Palacio Ducal de Lerma, que alberga exposiciones itinerantes, el Ayuntamiento y un museo que explica la historia de la villa y la comarca.






Seguimos caminando hasta llegar a la Puerta Árabe, donde puede observarse uno de los tramos más completos por el que se puede acceder al viejo castillo.




De regreso al coche seguimos visitando palacios y poco a poco ponemos fin a la visita de este precioso municipio.





















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