DÍA 4: PEKÍN.- PALACIO DE VERANO Y TEMPLO DE LOS LAMAS

Después de degustar los ricos pasteles que compramos anoche y tomarnos un café con leche en la habitación del hotel, nos vamos hacia el metro Dongsi y no mucho más tarde estamos bajándonos en la parada Beigongmen para visitar el Palacio de Verano de Pekín, construido para el descanso de los Emperadores de la dinastía Qing y hoy lugar de recreo para turistas y locales.
Además del palacio, el recinto cuenta con un gran lago que sin duda es el principal atractivo del lugar.

Este Palacio es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1998.

No lejos de la parada de metro encontramos las taquillas para sacar el ticket y nos vamos adentrando por unos paisajes que nos hacen presagiar una bonita jornada.


La Calle de Suzhou, que cuenta con muchas tiendas que recrean una calle comercial de la antigua China.



A pocos metros de subir las escaleras que se ven en la fotografía, encontramos una bifurcación de caminos, uno que indica subir por unas escaleras naturales muy empinadas y otro camino que sale hacia la derecha y que nosotros no tomamos, pero que llega directamente al lago.

Comenzamos a subir los escalones que llevan hasta lo alto de la Colina de la Longevidad, pero al llegar a la parte alta el viento es tan fuerte que la sensación térmica no nos deja disfrutar apenas de las vistas.




Apenas se detienen los pocos turistas que pasan por aquí, imaginamos que es por lo mismo que nos pasa a nosotros, el frío es intenso ...

En la Colina encontramos la Pagoda del Buda Fragante, pero no entramos.


La visita a la zona la hacemos bastante rápido y empezamos a descender hacia el lago por una larga escalera.

Al llegar a la parte baja nos encontramos con el Gran Corredor o pasillo bajo techo construido para los paseos y el disfrute del Emperador, protegiéndose así de las inclemencias del tiempo.
El techo del corredor está decorado con bonitas pinturas y se conservan bastante bien.





A ambos lados del corredor las vistas también son muy bonitas, por lo que el paseo que vamos haciendo se hace agradable pese al frío.


El relajante paseo que rodea al Gran Lago Kunming para nosotros se fue convirtiendo poco a poco en un calvario, teníamos que ir luchando contra el fuerte viento que arreciaba y el frío se iba apoderando de las ganas de seguir adelante pese a las ganas que le poníamos.







Cuando llegamos al Puente de los Diecisiete Arcos o Puente de Marco Polo ya estábamos al límite de nuestras fuerzas, el lago parecía un mar con oleaje, pero seguimos adelante y cruzamos el precioso puente que une la orilla del Lago Kunming con la Isla de Nanhu o Isla de Jade, desde donde el Emperador observaba los festejos que se realizaban en el lago.



El puente está decorado con 540 esculturas de leones esculpidos en diferentes posturas, y es una réplica del puente Marco Polo, situado a unos 15 km. de Pekín.



Desde la Isla Nanhu es desde donde se obtienen las mejores vistas del Palacio y la Pagoda.



La verdad los paisajes invitan a seguir bordeando el lago, pero nos damos por rendidos y con mucha pena por no llegar hasta el conocido Barco de Mármol, emprendemos el regreso, no sin antes hacer las últimas fotografías del entorno.



Decidimos salir del Palacio de Verano por la Puerta Donggongmen, pero antes de irnos vimos la Piedra de la Longevidad y el Palacio de la Longevidad y la Benevolencia.

Salimos en busca de la parada de metro más cercana (Xiyuan), y según nos vamos alejando del lago parece que el viento va remitiendo, y aunque el frío nos tiene casi paralizados, no perdemos el humor y nos hacemos una foto sentados en un carro ...


Ponemos rumbo al Templo de Los Lamas, y justo a la salida del metro ( estación Yonghegong Lama Temple ) encontramos un restaurante donde comer y calentarnos durante un rato.

Ya con las energías renovadas nos vamos hasta la taquilla del Templo de Los Lamas o Yonhehong. Este templo budista tibetano es uno de los más importantes fuera del Tíbet.



Al entrar al recinto nos encontramos con varias pagodas y nos vamos acercando para verlo con detalle hasta que llegamos al  Templo donde hay bastante gente rezando y portando barritas de incienso que dan un aroma especial al entorno.




Cada templo tiene distintos Budas dentro, pero el tamaño de éstos va siendo cada vez mayor según vas pasando a visitar el siguiente templo y la verdad es que la visita nos ha gustado muchísimo, así como ver el respeto y la espiritualidad que ponen los fieles en sus rezos.




Los elaborados tejados así como los frescos y budas que hemos visto en este templo son dignos de mención, por lo que es una visita obligada para todo el que pase unos días en Pekín.




Terminamos el recorrido a las 16:30 y cuanto nos acercábamos hacia la salida ya vemos que estaban cerrando las puertas de los templos, por lo que ni nos molestamos en ir hasta el cercano Templo de Confucio.

Aprovechando que tenemos el metro a un paso, nos vamos hacia la Estación Norte de tren (parada de metro Xizhimen) para sacar los tikets de tren para mañana poder ir hasta la Gran Muralla China (tramo Badaling).
Nuestra sorpresa al acercarnos a la estación fue mayúscula, todo estaba en obras y apenas podemos encontrarnos con alguien que hable inglés y que nos diga si salen o llegan trenes.
Finalmente nos informan que los trenes se han desviado a otras estaciones temporalmente debido a las obras en la estación, por lo que no nos queda otra opción que coger la excursión que venden en nuestro hotel, aunque sabemos que no será lo mismo, en este tipo de excursiones aprovechan para hacer paradas de compras y demás pero ...

Regresamos al metro y ponemos rumbo hasta el hotel para dejar zanjado el tema de la excursión a La Gran Muralla (180 yuanes/persona) y salimos a cenar por la zona.

Como es pronto todavía, decidimos acercarnos en metro hasta la Estación Central de Beijing para recoger nuestros billetes que un mes antes compramos por internet a través de la agencia Trip.com. El trámite es sencillo, tu reservas con suficiente tiempo los trayectos y cuando salen a la venta la agencia te envía un email con el billete emitido y una clave. Luego en cualquier estación de tren, en ventanilla de venta de tickets te entregan los billetes físicos.

Al llegar a la estación nos quedamos muy sorprendidos de la cantidad de gente que va en todas direcciones, de las colas en cada puerta, de las luces de neón y por supuesto del gigante cartel que anuncia la salida de los trenes ...




Tranquilos con los billetes en nuestras manos, nos vamos al hotel a descansar ya que mañana nos pasan a buscar al hotel muy temprano.

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