Según nos acercamos a la muralla nos encontramos con el grupo de soldados del cambio de guardia, que van bien uniformados y caminando de un lado para otro captando la atención de todos los turistas que como nosotros nos quedamos viendo el espectáculo ...
A estas horas de la mañana vemos que el foso que envuelve la muralla tiene en funcionamiento los chorros de agua, y paramos a ver un poco la panorámica.
Hay carteles que dicen que en época estival hay conciertos y espectáculos en este gran foso, imaginamos que lo dejarán secar para las ocasiones y lo adecuarán para que todo luzca tanto como hemos podido ir comprobando en China.
Seguimos caminando hasta la bonita y transitada rotonda donde se sitúa la Torre de la Campana.
Cruzamos por el pasadizo de abajo y nos vamos hacia la Torre del Tambor y el Barrio Musulmán, que a estas horas está repleto de gente.
Paseando por las callejuelas vemos puestos de comida de todo tipo, y aunque no es nuestra hora de comer, al final salimos degustando alguna que otra cosa que nos ofrecieron.
Después de casi tres horas salimos del barrio poniendo rumbo hacia los grandes edificios comerciales que hay cerca de nuestro hotel, Alfonso quiere echar un vistazo a la tienda de telefonía Huawei.
Ya anochecido nos vamos hasta el hotel para recoger el equipaje y entrar en el metro para poner rumbo al aeropuerto.
Nos quedamos alucinados de la cantidad de gente que transita el metro a estas horas de la tarde en Xi'An, juzgad vosotros mismos con las fotos que os dejamos ...
En principio al aeropuerto íbamos a ir en autobús, pero vimos que el metro también llegaba y como lo tenemos tan cerca del hotel decidimos cambiar. Ahora que ya hemos vivido la experiencia, creo que ir en metro es un error, los tramos entre estaciones son muy largos y se tarda casi una hora más que ir en autobús, nosotros íbamos con bastante tiempo de antelación, pero empezamos a estar nerviosos cuando veníamos que el tiempo se pasaba y no llegábamos al embarque.
Finalmente llegamos con el tiempo justo para facturar el equipaje, poder comprar algo para cenar en el avión y esperar unos 15 minutos para que comenzara el embarque.
A las 20:10 puntual como todo en China, sale el avión y hora y media después aterrizamos en el Aeropuerto de Dayong.
A la salida del aeropuerto está todo bastante oscuro y ya no circula el transporte público, por lo que negociamos el precio con un taxi para que nos lleve a nuestro hotel situado en Zhangjiajie City.
Terminamos rendidos y aunque la habitación estaba muy fría, no tardamos en quedarnos dormidos.
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