DÍA 6: MALTA - MADRID

Despertamos temprano para desayunar tranquilos en el gran buffet del hotel.
Luego sin prisa emprendemos el camino hacia el aeropuerto para devolver el coche a la hora prevista y esperar a que salga nuestro vuelo.


El aeropuerto es pequeño pero en la planta de arriba hay un mirador al aire libre donde puedes sentarte un rato y pasar el rato tranquilamente, y así lo hicimos.

Una hora antes del vuelo pasamos los controles de seguridad y nos vamos hasta la puerta de embarque. A la hora prevista comenzamos a embarcar y el vuelo llega a Madrid puntual.


Sin duda, una escapada perfecta para conocer un país precioso al que animamos a disfrutar de su arte, cultura, gastronomía, y como no, si se viene en verano, a disfrutar de sus playas y acantilados.

DÍA 5: ISLA DE GOZO - ISLA DE MALTA.

Despertamos con pereza, pero enseguida nos levantamos y salimos a buscar un bar donde desayunar.
En los alrededores del hotel hay varios bares con gente desde primera hora de la mañana, pero hay obras de levantado de pavimento y el ruido es ensordecedor, por lo que intentamos buscar algo más alejado para estar tranquilos.

Alfonso antes de dejar la ciudad busca un lugar adecuado para hacer un vuelo con el dron y captar alguna imagen de los campos de cultivo así como de la Ciudadela.


Regresamos a por el coche y nos dirigimos hasta Ramla Bay, donde nos dijo la camarera de la noche anterior, que encontraríamos una bonita playa de arena en el norte de la isla.



Encontramos un desvío que a través de un camino llegamos a la famosa Cueva de Calipso, donde cuenta la leyenda que una ninfa marina de Homero, mantuvo cautivo a Ulises.



Con esta visita nos despedimos de la Isla de Gozo y nos vamos hasta la terminal de ferry para regresar a Malta en el primero que salga.

Lo primero que hacemos es pagar, ya que como os habíamos dicho, la ida es gratis, y en la vuelta es cuando tenemos que abonar 20,35 euros.

Sobre las 11:30 horas estamos otra vez disfrutando de la Isla de Malta, ahora vamos visitando la zona norte parando en las inmediaciones de Naxxar, donde el paisaje marítimo es precioso, ideal para relajarse.




Después de la breve parada, ponemos rumbo hacia Vittoriosa, ya que el primer día de viaje lo vimos de noche y queríamos llevarnos un buen recuerdo de las bonitas vistas que se obtienen desde esta bonita ciudad.





Alfonso obtiene unas vistas inmejorables a vista de pájaro de la ciudad de La Valetta, y de las tres ciudades.






Es hora de ir hasta La Valetta para hacer la visita a la Concatedral de San Juan.
Como os dijimos el primer día, su fachada austera no es representativa de lo que encontramos en su interior. Pagamos 10 euros por la entrada y comenzamos la visita.
Tiene forma rectangular y estilo barroco. La decoración correspondió a los grandes maestros y enriquecido por las ofrendas que los caballeros de la Orden entregaban para ser admitidos.

El techo está pintado con la vida de San Juan Bautista, patrón de la Orden.


El altar es principalmente de mármol y bien adornado con preciosos candelabros de plata.



El trono episcopal quedaba reservado al gran maestre.
El suelo está lleno de tumbas con losas de mármol bien decoradas.


Cada casa de la Orden tenía asignada una capilla lateral y ahí se enterraban los grandes maestres tras su fallecimiento. Los fallecidos antes de la construcción de la catedral, reposan en la cripta.







Al finalizar la visita entramos en la sala del Oratorio, donde se encuentra la pintura de la decapitación de San Juan Bautista, obra del pintor Caravaggio.



Antes de salir, subimos a la planta de arriba desde donde se obtiene una vista general de la nave principal.


Concluimos la visita y nos vamos encantados con lo que hemos podido encontrar en el interior de la Concatedral, sin duda, es una visita obligada.

El tiempo se nos ha pasado muy deprisa y sin darnos cuenta son más de las 15:30 horas, por lo que buscamos un burger para comer algo.

Con ilusión recorremos la bonita Triq Ir-Rqpubblika y salimos de la muralla dando por finalizada la visita.




Regresamos a por el coche para poner rumbo al hotel, que hoy le tenemos en la localidad de San Julián.

Al llegar a San Julián nos encontramos con una gran ciudad llena de vida nocturna y grandes edificios, intuimos que en época estival aquí llegarán muchos de los turistas que visitan la isla.

En el hotel paramos poco, decidimos salir a visitar un poco el centro de la ciudad y entrar en un restaurante a cenar.

DÍA 4: ISLA DE GOZO.

El despertador suena a las 8:00 horas y después de asearnos y preparar el equipaje, bajamos a desayunar y enseguida estamos preparados para abandonar el hotel y dirigirnos hacia Cirkewwa  donde se encuentra la terminal de ferry que une Malta y Gozo.
Los barcos salen cada 45 minutos y transportan coches, camiones, autobuses..., la ida es gratis, sólo hay que pagar a la vuelta (20,35 euros por el coche y dos personas).


El ferry sale a las 10:30 horas y el trayecto es corto y ameno, ya que enseguida se pasa por la Isla de Comino y no paramos de fotografiar las impresionantes cuevas que hay en sus acantilados.




En algo más de 30 minutos estamos en la Isla de Gozo.


La primera parada que hacemos para tomar un café es en la población de Kewkija y donde encontramos la preciosa iglesia de San Juan Bautista.



Después de la breve parada ponemos rumbo hacia la capital de la isla, Victoria, donde tenemos el hotel para esta noche. Después de hacer el checking y dejar el coche bien aparcado, nos vamos hacia el centro caminando para visitar la Ciudadela.

Pasamos por varias plazas llenas de gente y buen ambiente como la Plaza de la Independencia.



La Ciudadela medieval es pequeña, pero es el principal atractivo de Victoria. Nos recibe con una impresionante muralla y ya dentro, la bonita Catedral de la Asunción.



La entrada a la catedral cuesta 3,5 euros y da derecho a una visita del museo catedralicio, pero no entramos.
El tiempo lo dedicamos a recorrer las murallas desde donde se tienen unas bonitas vistas de Gozo y de la propia catedral.







La parte norte de la Ciudadela está prácticamente vacía y en ruinas, bajamos de la muralla para callejear un poco hasta regresar a la Catedral y dar por concluida la visita.

Regresamos a las calles de Victoria para hacer la visita a la Basílica de St. George's, y salimos encantados de su interior.




Buscamos un restaurante para comer y luego regresamos a por el coche para hacer los pocos kilómetros que nos separan del Santuario de Ta'Pinu.





El santuario de Ta'Pinu es un centro de peregrinación que se construyó en el lugar donde anteriormente había una capilla dedicada a Nuestra Señora de la Asunción.
En la gran explanada del santuario se pueden ver mosaicos preciosos sobre pasajes de la vida de Jesucristo.


Desde aquí sale un camino que termina en una colina donde se puede ver un gran Cristo y por donde los fieles van rezando un rosario y parando en las distintas estaciones.

Nuestro siguiente destino es la zona de Dwejra, en el noroeste de la isla donde encontramos un verdadero museo de historia, arqueología y geología al aire libre.
Hasta la Bahía de Dwejra se acercaban todos los turistas para fotografiar su espectacular Ventana Azul, un espectacular arco de piedra caliza que sirvió de telón de fondo en películas y series ( Juego de Tronos), pero que nosotros ya no pudimos ver porque por su mal estado de conservación, un fuerte oleaje se encargó de su derrumbe en marzo de 2017.

En la Bahía vemos la Isla de Fungus Rock, un gran islote situado en la entrada de una laguna.



También es conocida la zona por los submarinistas, ya que acuden para explorar las grandes cuevas excavadas en el acantilado.

Imaginamos que en zona estival este trozo de costa se pondrá hasta arriba de gente aprovechando estas maravillas de la naturaleza.




Para finalizar el día, nos desplazamos hasta Marsalforn, un destino costero al que llegamos para visitar las Salinas de Qbajjar, con más de 350 años de antigüedad y excavadas en la roca.




La experiencia de caminar por el borde de las salinas con el brutal sonido de las olas golpeando el acantilado es algo que no olvidaré, llegué a pasar miedo, pero la visita nos encantó.





Ya oscureciendo regresamos hasta Victoria para ir al hotel a descansar un rato antes de salir a pasear por las callejuelas iluminadas y buscar un restaurante donde cenar.

Terminamos cenando en el mismo sitio donde comimos, y por suerte una de las camareras que hablaba un perfecto castellano nos invitó a visitar mañana la Cueva de Calipso, y tomando nota nos despedimos de ella y nos vamos a dormir.

Páginas más vistas...