Amanece otro día y enseguida nos preparamos para hacer otra excursión de día completo, esta vez hacia el sur, para visita La Haya, ciudad de la Corte holandesa, ya que es aquí donde viven los reyes, y donde se alberga el Tribunal Internacional de Justicia.
En la ciudad hay varios museos importantes para los amantes del arte, nosotros en este viaje llevamos el tiempo contado y no visitaremos ninguno.
Visitamos el Castillo de los Condes de Holanda (Binnenhof), formado por un grupo de edificios de carga institucional, como la Sede Parlamentaria de los Países Bajos o el Ministerio de Asuntos Generales, entre otros.
También visitamos el Ridderzaal, donde se encuentra el Salón de los Caballeros, donde se estrena anualmente la temporada parlamentaria con el discurso de los reyes.
Por último nos vamos hasta el Palacio de la Paz, que alberga el Tribunal Internacional de Justicia.
No se puede visitar por dentro, tan sólo se puede acceder un poco a los jardines y nada más.
Regresamos al coche para dirigirnos hacia Madurodam, situado a unos 6 km de la Haya.
Sacamos las entradas y la primera impresión es sentirnos como gigantes ante tantos monumentos hechos en miniatura.
Madurodam es un parque donde se pueden ver los edificios más emblemáticos de los Países Bajos.
A la salida del parque buscamos un restaurante para comer y descansar un poco, pero sin demorar la sobremesa volvemos a la carretera poniendo rumbo hacia la ciudad de Rotterdam.
Rotterdam es una ciudad con edificios modernos y una zona industrial de las más importantes del mundo debido a que tiene el segundo puerto más grande del mundo (el Europoort).
En la ciudad visitamos el edificio del Ayuntamiento (Standhuis), ubicado en Coolsingel, una de las calles mas importantes del centro.
De frente al edificio se encuentra la zona de Stadhuisplein, llena de bares y restaurantes.
En coche nos dirigimos a visitar el mercado (Market Hall), un impresionante y moderno edificio donde podemos encontrar un parkin subterráneo, mercado de todas clases, tiendas, restaurantes y en la parte de encima apartamentos para vivir.
Desde el mercado caminamos hasta las famosas Casas Cubo, que son casas en forma de cubo inclinadas 45º. Cada casa representa un árbol y todas juntas un bosque.
Seguimos caminando hasta el Puente Erasmus, una gran obra de ingeniería que mide 802 metros, conectando las dos orillas del río Maas (tiene carril para coches, tranvía, bici y aceras peatonales).
Finalizamos la visita en la Torre Euromast, con sus 185 metros se convierte en un bonito mirador de la ciudad (el inconveniente es su elevado precio, 19 euros).
Regresamos a por el coche y emprendemos regreso a Amsterdam.
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