El día comienza temprano, y ponemos rumbo al Lago Salado de Chott El Jerid, situado muy cerca de la frontera con Argelia se encuentra este lago salado, el más grande de África. Con más de 5.000 metros cuadrados de extensión hace que me sorprenda al ver que no existe nada más en el horizonte mientras lo atravesamos con el bus en línea recta.
En las inmediaciones del lago, hay un puesto con muchas Rosas del Desierto, roca sedimentaria formada en el desierto, de ahí su nombre, cuando se forman diversas capas de yeso, agua y arena.
Aprovechamos a comprar una y así tener un recuerdo del viaje.
Nuestro siguiente destino, Tozeur, acudimos hasta aquí para recorrer en " calesa " su inmenso palmeral y ver como los locales cultivan los dátiles.
Hemos podido degustar algún que otro dátil y luego emprendemos el regreso al autobús para llegar a la ciudad de Tamerza.
Tamerza es una aldea bereber casi abandonada, situada en un valle en la ladera de las montañas.
Nuestro objetivo es ver la "Gran Cascada" de Tamerza, situada en la estrecha garganta que forman las montañas y cuyos paisajes son preciosos.
Objetivo cumplido y regreso al punto de partida.
Destacamos la cantidad de tiendas de souvenirs que hay a la entrada donde intentan venderte de todo y llegan a ser hasta desagradables con los turistas que no compran.
Ahora volvemos al autobús para llegar al próximo destino, el Oasis de montaña de Chebika.
El antiguo pueblo de Chebika fue abandonado tras la gran riada sufrida en el año 1969.
El oasis de montaña es un paisaje árido y desolador, pero un edén en medio del desierto.
Desde lo alto del pueblo parte un camino que surca las montañas de un cañón marcado por un río de aguas cristalinas.
Para finalizar el día, nos vamos hasta el hotel situado en la ciudad de Kairuán, nos duchamos y salimos a cenar y disfrutar de un espectáculo de bailes de la zona donde pasamos una sobremesa muy agradable.
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