A las 7:30 horas suena el despertador y nos levantamos rápidamente, tenemos el desayuno incluido en el hotel y por nada queremos llegar tarde.
Mucho más situados ahora que es de día y las cosas se ven de otra manera, vamos caminando hasta la Estación Central (Hauptbahnhof) que está a 5 minutos andando y buscamos un punto de información para comprar un abono de viajes de fin de semana.
Con este abono, los viajes en tren nos saldrán más económicos hoy y mañana cuando vayamos a Krefeld.
Luego nos vamos hacia el anden que ya anuncia el tren con destino Colonia, y esperamos a que llegue la hora.
Ya en el tren, el revisor nos pide el billete, le enseñamos nuestro abono de fin de semana, lo sella y sin problemas seguimos disfrutando el viaje.
En menos de una hora estamos entrando en la Estación de Colonia, nos apeamos del tren y vamos siguiendo a la gente para salir de la estación sin problema.
La estación está muy céntrica, casi al lado de la Catedral (Kölner Dom), y hacia ahí que nos vamos.
Atravesamos el Rín por el famoso Puente Hohenzollern, que junto a la Catedral forman el símbolo de la ciudad.
Llegamos a la Catedral, la más negra que hemos visto nunca, y el edificio gótico más alto que existe.
Hemos leído que aunque la ciudad de Colonia fue bombardeada en varias ocasiones durante la Segunda Guerra Mundial, la Catedral aguantó y siguió en pie.
Entramos a visitarla y la sensación de grandeza se hace aún más real si cabe mirando hacia arriba.
Además, sabemos que en su interior se custodian en un relicario, los huesos de los tres Reyes Magos.
Cuando salimos de la Catedral nos vamos ha desayunar a una cafetería que hay cerca de Información y Turismo.
Caminando nos vamos hacia el antiguo Ayuntamiento, el Altes Rathaus, otro emblema de la ciudad, ya que se trata del ayuntamiento más antiguo de toda Alemania.
Justo detrás de este edificio se encuentra el antiguo mercado (Slter Markt).
Caminamos hacia el río y llegamos a la Iglesia de San Martín el Grande (GroB Sankt Martin).
Seguimos dirección la Plaza Fischmarkt que tiene unas casas de colores llamativos, y por la zona buscamos una terraza para sentarnos a comer.
En esta parte de la ciudad, el ambiente es muy agradable.
Después de comer volvemos caminando hacia el río para hacer unas cuantas fotos y poco a poco regresamos a la Estación para coger el primer tren que nos lleve de regreso a Düsseldorf.
Cuando llegamos a la Estación de Düsseldorf, decidimos coger un tranvía para ir hacia la zona del río para ver un poco el ambiente.
Luego regresamos caminando por amplias avenidas de la zona nueva (Stadtmitte) de la ciudad.
Pasamos por la calle Königsallee, una calle comercial de las más importantes, con marcas exclusivas y mucho ambiente.
Esta calle tiene dos amplias aceras separadas por un canal de agua.
La zona es ideal para sentarse a tomar un tentempié y descansar un rato.
Cerca de la Estación Central compramos un poco de fruta en un puesto y nos lo llevamos hasta el hotel para cenar.
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