KANTAOUI- ANFITEATRO DE EL DJEM- MATMATA- DOUZ


Madrugamos y después de desayunar nos vamos con la maleta hasta el autobús para comenzar el tour por el país.

La primera visita está situada en la ciudad de El Djem, nos vamos a visitar el espectacular Anfiteatro de El Djem (El Jem), es el mayor anfiteatro romano de África y uno de los mejor conservados y reconocido del continente.



Anfiteatro con forma elíptica , tiene arcos, escaleras y salas subterráneas que hacen del lugar un conjunto de gran complejidad.

En el subsuelo hay dos galerías abovedadas que comunican con el exterior, en la más grande, nos dicen que es donde permanecían encerradas las fieras que luchaban contra los gladiadores.





Regresamos al autobús y nos ponemos en camino hacia la ciudad de Matmata.
El recorrido es largo y paramos para hacer fotos a los paisajes que vamos atravesando.




El calor es insoportable en esta parte del país y no tardamos mucho en regresar al autobús y refrescarnos.

Paramos a comer en una cueva típica y nos sirven pasta y unas tortas riquísimas pero que no puedo decir qué eran porque no lo sé.


Refrigerados por el frescor de la cueva, emprendemos nuevamente el viaje.

En Matmata, paramos a visitar un Pueblo Bereber, los primeros y auténticos habitantes del país, nos enseñan una vivienda troglodita, de forma redondeadas y color arena.

Estas viviendas excavadas en la roca aíslan del sofocante calor.





Se aprecia claramente el contraste del paisaje que estamos viendo hoy con el de la costa que vimos ayer, esta zona es mucho más pobre, y en parte se debe al desierto, que hace que el suelo sea nulo para la agicultura y la gente tenga que vivir del ganado.

Seguimos nuestro viaje con destino a Douz, conocido como la Puerta del Sáhara.
Douz es la antesala del desierto, el último oasis antes de la marcha al desierto para algún beduino que vive la ancestral vida nómada.

Nosotros vamos directos a un puesto donde nos dejan ropa adecuada para protegernos del sol tan abrasador y del polvo.

Emprendemos una travesía de aproximadamente una hora por el desierto a lomos de un camello y luego bajamos para intentar caminar por las dunas.






Esta experiencia nos ha encantado, es increíble que en este paraje pueda vivir algún ser vivo...

Como anécdota, deciros que llegamos llenos de arena, si nos llegan a pesar, seguro pesamos más de un kilo que al inicio de la travesía.

Desde aquí, nos vamos directos al hotel y aunque intentamos vaciar con cuidado la arena que llevamos en zapatillas, bolsillos etc, terminamos pisando arena por toda la habitación.

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