MADRID- AMSTERDAM

 A las 7:10 horas tenemos el vuelo con Air Europa por lo que toca madrugar.

En el aeropuerto los trámites los pasamos rápido ya que no facturamos maleta.
A la hora prevista el avión despega y sin tardar mucho nos quedamos dormidos casi las dos horas y media que dura el vuelo.

A las 9:45 horas aterrizamos en la capital holandesa y desde el aeropuerto Amsterdam-Schiphol hasta la ciudad cogemos el tren.
En 20 minutos llegamos a la Estación Central, y nada más salir nos encontramos con la Oficina de Turismo, pedimos un plano de la ciudad y sin perder tiempo nos vamos a coger el tranvía para llegar al hotel The Tire Station, situado en la última parada de la línea de metro nº 11.



Lo primero que nos llama la atención es la cantidad de bicicletas con las que nos encontramos, todo el mundo se mueve con este medio de transporte, sin duda es la ciudad de las bicicletas.

De camino al hotel también nos encontramos con otro de los atractivos de la ciudad, sus canales. Esta escapada nos va a encantar.




Por fin llegamos y nos dicen que la habitación ya la tenemos disponible para poder dejar nuestro equipaje, por lo que subimos y nos aseamos un poco.

Libres de maleta salimos a buscar una cafetería donde poder tomar algo que estamos hambrientos, y las cosas se ven de otra manera con el estómago lleno.

Ahora ya si que somos conscientes de que nos encontramos en la ciudad de los canales y de los coffee shop.

Señalamos en el plano lo que queremos visitar a lo largo del día de hoy, vamos a la parada de tranvía y nos vamos hacia la plaza donde se ubican los museos principales de la ciudad.  Amsterdam también es una ciudad dedicada al arte, muestra de ello es la cantidad de gente que visita el Museo Van Gogh y el Rijksmuseum entre otros.Nuestra intención es no entrar a ninguno, pero queremos visitarlos por fuera y ver el ambiente de la zona.



Había mucha gente haciéndose fotos en el famoso I amsterdam, todo un recuerdo a llevarse de la ciudad !!!

Seguimos caminando cruzando varios canales intentando llegar al puente Blauwbrug que conecta dos importantes barrios, el Rembrandtplein y el Waterlooplein.




Después de hacer una visita a la zona, nos dirigimos hacia la Torre de la Moneda (Munttoren).






A pocos metros caminando llegamos al Mercado de las Flores (Bloemenmarkt), una larga hilera de barcazas que albergan puestos de flores y bulbos de tulipanes.




Es la hora de comer y buscamos un restaurante para parar a comer y seguir planificando la ruta de la tarde.

Plano en mano nos encaminamos hacia el canal Oudezijds Voorburgwal para visitar uno de los barrios más típicos de la ciudad, el Barrio Rojo.



Pero la verdad es que a esta zona de la ciudad hay que llegar cuando ya está oscureciendo porque sino el ambiente no es el mismo, sólo queremos hacer una visita diurna para luego comparar con lo que nos encontremos unas horas más tarde.

Nos vamos hacia la calle Kalverstraat, una de las arterias principales de la ciudad donde el ambiente incita a las compras.
También caminamos hasta la Plaza Spui y los canales aledaños.

Sobre las 20:00 horas entramos en un restaurante a cenar y luego ya de noche regresamos al Barrio Rojo a visitar los famosos escaparates donde hombres y mujeres ofrecen sus servicios y donde está prohibido llevar la cámara de fotos porque los "gorilas" están muy pendientes de que no hagas ni una sola foto.
Sin duda es una de las visitas que todo turista hace.

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