Por ser el primer día de vacaciones, el despertador sonó a las 4:00 horas, enseguida nos pusimos en marcha porque teníamos que ir al aeropuerto de Madrid para coger nuestro vuelo de Iberia que sale a las 7:20 horas.
Como siempre que hemos volado con esta aerolínea nuestro vuelo despegó con puntualidad y en unas dos horas y media estábamos aterrizando en Venecia.Recogimos nuestro equipaje y nos fuimos derechos a por nuestro coche de alquiler para salir rápido hacia Eslovenia.
Lo primero que hay que saber al entrar en Eslovenia, es que hay que parar en una gasolinera y comprar una tarjeta que se pega en el cristal del coche para poder pagar las autopistas.
Dependiendo de los días que vayas a circular en el país así recargas la tarjeta, nosotros tuvimos que pagar la tasa de 15 días, porque aunque visitamos los primeros días de vacaciones este país, al regreso de Croacia a Italia, volveríamos a circular por tierras eslovenas.
La primera visita del país es para Triglavski Narodni Park, atravesado por el caudaloso río Soca.
El paisaje promete por su verde, por su río y a lo lejos las montañas.
Fuimos dirección a Tolmín, pero fuimos parando para hacer alguna ruta a nivel del río.
Para esta jornada no llevábamos hotel porque no sabíamos lo que nos iba a cundir el día, pero a media tarde se puso a llover y decidimos preguntar en un hotel que había a pie de carretera, había habitación libre y nos convenía el precio, por lo que ahí nos quedamos a descansar.
Cuando dejó de llover salimos a ver los preciosos paisajes que teníamos.
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