Quizá sea la capital gallega menos visitada por los turistas, pero su gran atractivo termal hace que cientos de personas se acerquen a visitarla y aprecien su bonito casco histórico lleno de encanto.
Nosotros no tenemos el gusto de conocer ningún balneario de Orense y provincia, pero sí hemos pasado un día visitando su centro histórico donde encontramos la Catedral de San Martín de Tours, con bonitos labrados en sus puertas, pero no pudimos acceder a su interior porque estaba cerrada.
Muy cerca de la Catedral encontramos la Iglesia de Santa Eufemia, con una preciosa fachada barroca.
Caminamos los pocos metros que nos separan de la Plaza Mayor, donde a estas horas de la mañana ya se ve mucha gente tomando el aperitivo en las terrazas.
Es el corazón de la ciudad, de forma irregular, porticada y con una leve inclinación que la hace diferente a otras plazas.
Aquí encontramos la Casa Consistorial, situada en el único lateral donde la plaza no está porticada, y junto a este edificio, el antiguo Palacio Episcopal.
La Iglesia de Santa María Madre la encontramos a lo alto de una gran escalinata que enlaza la Plaza Mayor con la Plazuela de la Magdalena.
Las calles más céntricas están llenas de bares y restaurantes donde poder catar los distintos vinos de la zona así como degustar ricas tapas con productos de la tierra. Aprovechamos uno de estos restaurantes para comer y reponer fuerzas.
Buscamos la Fuentes Termales de As Burgas, estampa ligada a los orígenes de la ciudad, y cuyas aguas termales manan a unos 60º C y resulta casi imposible poder mojarse un poco las manos.
Durante siglos el manantial fue lugar de encuentro entre los habitantes de la ciudad donde unos buscaban curación y otros ocio.
Dejamos el centro histórico para dirigirnos hacia el río Miño donde encontramos otro de los emblemas de la ciudad, su bonito Puente Romano o Puente Mayor, construido en el sigo I d.C.
Aquí vemos a la gente tomando el sol en el césped y refrescándose en el río, toda una estampa veraniega, ya que en Orense el clima en verano alcanza temperaturas sofocantes.
Cruzamos el puente en ambos sentidos ya que es completamente peatonal y desde el centro se divisa otro gran puente, en este caso, de estilo moderno para que contraste, se trata del Puente del Milenio.
Este puente inaugurado en 2001 vino a aliviar el tráfico de la ciudad, pero además es un gran mirador debido a la llamativa pasarela peatonal que en su punto más alto se eleva a 22 metros.
Para concluir la visita, también destacamos las zonas verdes de la ciudad, nosotros pasamos por dos de esos parques que alivian las altas temperaturas.
El Parque de San Lázaro, corazón moderno de la ciudad, rodeado de gran zona comercial y donde el bullicio y trasiego de gente invita a sentarse un rato y observar la vida cotidiana.
El parque tiene varias esculturas llamativas, destacamos una situada en el centro dedicada al ángel Caído.
El otro gran parque que visitamos es el Parque Miño, situado en la orilla izquierda del río, ideal para el descanso y el ocio para los más pequeños.
Tiene varias esculturas que destacan entre la vegetación, por lo que un paseo por el recinto es lo más parecido a visitar un museo al aire libre.
Visitas por la provincia:
- La Ribeira Sacra y los Cañones del río Sil. ( leer enlace de nuestra ruta en cuatro días )
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