Alfonso se levanta a las 7:00 horas para ir a volar el dron a la playa, ahora no hay apenas gente y es el momento adecuado.
Regresa una hora más tarde y nos vamos enseguida a desayunar y a informarnos de las excursiones que hay para hacer snorkeling.
Encontramos mucha oferta sobre buceo y snorkeling, pero nos decantamos por lo segundo.
Los barcos salen a las 9:00 de la mañana, todavía tenemos un rato para pasear antes de irnos.
La excursión consta de traslado de Isla Trawangan a Isla Meno con parada en la barrera de corales para ver el fondo marino. Rodeamos la isla Meno y buscamos una oportunidad de ver alguna tortuga marina o alguna manta raya mientras disfrutamos de largos minutos de snorkeling. Volvemos al barco para poner rumbo a Isla Gili Air para disfrutar de sus fantásticos peces de colores y corales, que en este caso están algo más profundos.
Comida en un restaurante de playa y emprender el regreso a Isla Trawangan.
Estamos en el punto de encuentro y nos dotan de todo equipamiento técnico para pasar el día, en la playa nos espera un barco para emprender la aventura.
El año pasado en Tailandia ya habíamos hecho una excursión parecida y nos encantó la experiencia, hoy salimos con mucha ilusión a ver los fondos marinos de esta parte del mundo.
En 10 minutos llegamos a las inmediaciones de la Isla Meno, el barco se detiene y después de algunas indicaciones por parte de la tripulación, al agua que nos tiramos todos !!!
Los corales en esta zona están a escasa profundidad y hay que ir con cuidado de no cortarte o rozarte con ellos. Los colores son preciosos.
Volvemos al barco y otra vez a navegar para dar la vuelta a la Isla Meno y descubrir sus playas del oeste. Volvemos a zambullirnos y aquí el fondo marino está mucho más profundo, vemos muchos peces de colores, pero ni rastro de tortugas o manta rayas como nos decían que podíamos divisar.
De nuevo ya en el barco rumbo a Gili Air Island y nos detenemos nuevamente a disfrutar de un baño y descubrir la barrera de coral.
Ya con mucho hambre, nos dirigimos a tierra firme para entrar en un restaurante construido de bambú. Nos encanta este nuevo paraíso y su hábitat. La comida fue estupenda y el reposo de siesta ideal viendo las fotos que hemos hecho durante la mañana.
Antes de volver al barco, aprovechamos para darnos un baño e ir frescos.
Sin duda ha sido una jornada estupenda, volvemos al hotel para ducharnos y salir a dar una vuelta por la orilla de la playa para llegar a ver la puesta de sol.
Muy relajados y sorprendidos por lo bonita que había estado la puesta de sol, regresamos hasta el hotel para salir un poco más tarde a cenar.
Nuestra última noche en las Islas Gili!!! nos da pena despedirnos de este remanso de paz.
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