ITINERARIO

 El viaje no lo hemos preparado con mucha antelación debido a las restricciones que cada país considera aplicar por la pandemia, por eso y previa llamada a cada una de las Embajadas, por fin nos decidimos a comprar los vuelos.

Desde Madrid volaremos a Estocolmo, capital de Suecia, donde estaremos cuatro días visitando esta bonita ciudad, considerada una de las más bellas de Europa.


Pasados los días de visita a Estocolmo, volvemos a coger el avión para llegar a Helsinki, capital de Finlandia, ciudad a la que dedicaremos sólo un día.


A última hora del día cogeremos un ferry para desplazarnos hasta la ciudad de Tallín, donde haremos tres noches.


Nuestra última parada de este gran viaje de 10 días, nos llevará hasta la capital de Letonia, la bonita ciudad de Riga, a la que dedicaremos dos días y después el vuelo de regreso a España.


Los vuelos de ida y vuelta a España lo haremos con la compañía Iberia, y el vuelo desde Estocolmo a Helsinki lo haremos con Finnair.

Para desplazarnos desde Helsinki hasta Tallín llevamos reservado un ferry de la compañía Direct Ferries,  nos decantamos por ésta compañía sólo por que nos venía bien sus horarios.

Y por último, para ir desde Tallín hasta Riga, nuestro medio de transporte será un autobús de la compañía Lux Express, billete que compramos en la misma estación de autobuses el día antes de viajar.

Para este viaje nos hemos sacado la tarjeta N26, la solicitamos por internet y es completamente gratuita, además de muy práctica para pagar sin ningún tipo de comisión cuando el pago es en una moneda que no es el euro.


DÍA 1: MADRID- ESTOCOLMO

 Nuestro primer día de vacaciones comienza muy temprano, el despertador suena a las 4:20 de la mañana y aunque tenemos mucha ilusión por el viaje, no podemos evitar hacernos los remolones durante unos minutos en la cama...

En unos 40 minutos estamos preparados para coger el coche y ponernos en camino hasta el aeropuerto de Madrid.

Hace más de año y medio que no volamos debido a la pandemia del Coronavirus y no queremos llegar con la hora justa por si nos piden documentación al respecto y luego andamos a carreras para embarcar al avión.

Nuestro vuelo de Iberia sale de la T-4 del aeropuerto y para entrar a la terminal lo único que nos piden es enseñar la tarjeta de embarque o la reserva del vuelo, ya que no está permitida la entrada a acompañantes para evitar contagios.

Caminamos hasta el mostrador de facturación y además de la reserva nos piden el Certificado de Vacunación de Coronavirus. En unos minutos tenemos el billete de avión en nuestras manos y ya libres de maletas nos vamos a desayunar tranquilos.

El vuelo está programado para  las 10:15 horas y muy puntual se abre el embarque para poco después despegar según la hora prevista.

El vuelo tiene una duración de cuatro horas y aunque es difícil dormir todo el tiempo, intentamos descansar el máximo tiempo posible para luego poder salir a dar una vuelta por la ciudad.

El aterrizaje ha sido uno de los mejores que recordamos, pero la desilusión nos llega cuando vemos por la ventana del avión que llueve bastante... pero no pasa nada, estamos de vacaciones y ya se nos ocurrirá algo para pasarlo bien.


Nuestra llegada al aeropuerto de Estocolmo-Arlanda

Después de recoger las maletas nos vamos camino a la salida que indica la parada del autobús, medio de transporte que hemos elegido para llegar al centro de la ciudad. 

También se puede elegir ir en tren, es otra buena opción pero más cara, por eso nosotros nos decantamos por elegir el bus.

El ticket lo sacamos de una máquina donde puedes elegir billete sólo de ida o billete de ida y vuelta. Nosotros elegimos la primera opción, ya que no sabíamos cómo se nos iba a dar el día de vuelta y aunque sale un poco más caro, preferíamos comprarlo por separado.

El bus de la compañía Flygbussarna va completo y en unos cuarenta minutos llegamos a la Estación Central.

Ponemos la dirección del hotel en el GPS y nos indica que está situado a unos 400 metros, por lo que en unos cinco minutos estamos en la puerta del hotel para hacer el checking.

Nuestra habitación está preparada y nos vamos a descansar unos minutos y planear lo que vamos ha hacer el resto del día.

No tardamos en salir porque no hemos comido nada en el avión (para evitar quitarnos la mascarilla) y estamos hambrientos. No nos molestamos mucho en buscar, ya que llueve y a pocos metros del hotel hay un Burger King.

La comida nos sienta divinamente y ahora las cosas se ven mucho mejor, hasta la lluvia se ve menos molesta...

Justo en frente del Burger King hay una tienda donde venden paraguas y hacia allí nos dirigimos para hacernos con uno y como además venden café y algo de bollería, nos lo compramos y salimos a hacer las primeras visitas de nuestro viaje a Estocolmo.


Alfonso degustando los dulces de Estocolmo

El lugar que más cerca nos pilla del hotel es el Ayuntamiento y hacia allí nos dirigimos bajo la lluvia pero con toda la ilusión del mundo ...

En menos de cinco minutos nos encontramos con ese llamativo edificio de ladrillo que desde ese momento se convertiría en el punto de referencia para todos los días que estamos en la ciudad.


Vista del Ayuntamiento de Estocolmo 

Entramos por una gran puerta y nos encontramos con un bonito patio donde había al menos 10 parejas de novios que se habían casado o iban a casarse en esos momentos y estaban brindando con los pocos acompañantes que llevaban al enlace.


Patio del Ayuntamiento de Estocolmo


Pareja de novios recién casados

Desde el patio se accede a un precioso mirador donde obtenemos unas vistas preciosas de la ciudad.


Vistas de Estocolmo desde el Ayuntamiento


Vistas de Estocolmo bajo la lluvia

La visita al Ayuntamiento nos ha gustado mucho, nos hemos hecho muchas fotografías con cada una de las estatuas que hemos encontrado y casi con todas las parejas de recién casados, pero la tarde se pone fría debido a la humedad y quizá también al destemple que nuestro cuerpo acusa debido al cansancio.
Decidimos salir del recinto del Ayuntamiento y dar un paseo por los alrededores, pero la lluvia no daba tregua y decidimos poner fin a la visita del día y regresar al hotel.
El hotel nos ofrece café e infusiones gratis en la recepción, por lo que aprovechamos a sentarnos en un sofá y tomarnos algo caliente antes de ir a descansar a la habitación.

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