Cinque Terre Del 23 al 26 de Octubre de 2021

 Cinque Terre es una zona de Italia formada por cinco pueblos, Monterosso, Vernazza, Corniglia, Maranola y Riomaggiore, pertenecientes a la provincia de La Spezia en la costa del mar de Liguria y declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Los visitantes van a encontrar una zona de acantilados, fachadas de vistosos colores y callejuelas bien adornadas por tiendas de souvenirs que no dejarán indiferentes a nadie.

La mejor manera de visitar estos pueblos es hacerlo en tren, ya que están bien conectados y a pocos minutos uno de otro. 

Otra manera de visitarlos es hacerlo en barco, nosotras hicimos este trayecto el último día para poder tener otra perspectiva de los pueblos desde el mar, y es totalmente recomendado.

El itinerario que seguimos para nuestra visita fue llegar en avión hasta el aeropuerto de Pisa. Desde el aeropuerto fuimos en tren hasta la estación central de la ciudad y aquí es donde buscamos el tren que nos llevaría hasta La Spezia, ciudad donde tenemos el hotel para estos días.

En la estación de La Spezia compramos el bono para subir y bajar al tren de Cinque Terre las veces que queramos, y es muy recomendable, ya que si cada vez que te desplazas entre los pueblos tienes que comprar el ticket pierdes mucho tiempo. El precio fue de 29,00 euros para dos días.

Ese primer día de viaje, decidimos visitar Monterroso y Vernazza, los dos pueblos más alejados de nuestro alojamiento.

Monterosso

Vernazza


El segundo día de viaje, nos desplazamos a primera hora a Corniglia, después visitamos Maranola y pasamos la tarde en Riomaggiore. Como terminamos la visita y era pronto todavía, decidimos volver a Monterosso para pasear un poco y coger el barco turístico que va por los 5 pueblos y así verlos desde el mar.


Corniglia


Riomaggiore


Maranola

Nuestro último día completo por tierras italianas lo dedicaremos a visitar Pisa, ya que será desde el aeropuerto de esta ciudad desde donde regresaremos nuevamente a Madrid para poner fin a esta preciosa escapada.

Pisa

           ¡¡¡ Deseamos que nos acompañéis en el itinerario !!!

DÍA 1:  MADRID -PISA- LA SPEZIA- MONTEROSSO- VERNAZZA- LA SPEZIA

DÍA 2:  LA SPEZIA- CORNIGLIA- RIOMAGGIORE- MANAROLA- MONTEROSSO- PORTOVENERE- LA SPEZIA

DÍA 3:  LA SPEZIA- PISA

DÍA 4:  PISA- MADRID

DÍA 4: PISA- MADRID

 Como suele ser habitual en los viajes, el primero y el último de los días hay que madrugar y hoy no iba a ser una excepción. El despertador suena a las 4:30, hoy no tenemos desayuno en el hotel porque no son horas, por lo que hay que lavarse, cerrar maletas y salir dirección el aeropuerto.

En esta ocasión, tenemos el hotel muy cerca del aeropuerto y vamos caminando hasta allí. Tardamos unos 15 minutos en llegar.

Pasamos el control de equipaje y en breve estamos tomando un café para despejarnos antes de dirigirnos a la puerta de embarque.

El vuelo de Ryanair despega a las 7:10 horas y no tardamos en quedarnos dormidas hasta llegar a Madrid.

El regreso a casa lo hacemos recordando anécdotas y proponiendo nuevas escapadas.





DÍA 3: LA SPEZIA- PISA

 Hoy despertamos mucho más relajadas, el tiempo es oro, pero el objetivo de ver los pueblos de Cinque Terre está realizado, aunque no por eso vamos a desperdiciar el día ya que nos vamos a Pisa para conocer la ciudad.

En el trayecto del tren hasta Pisa tenemos que sacar la tarjeta de embarque para el vuelo de mañana, así como rellenar los trámites exigidos antes de entrar en España por el tema del coronavirus.

Casi sin darnos cuenta el tren anuncia la parada de Pisa y nos vamos preparando para bajar. Una vez en la estación, buscamos en el GPS la dirección del hotel y como vemos que no queda lejos decidimos ir caminando hasta allí para dejar el equipaje.

Liberadas del equipaje volvemos a las calles de Pisa dirigiéndonos al centro. El paseo hasta llegar a la Torre inclinada, la Catedral y el Baptisterio ya nos va encantando, la ciudad tiene un encanto especial ...

Pasamos el río Arno por el Puente Solferino y a partir de aquí ya nos adentramos en la ciudad que venimos buscando, la auténtica Pisa.

Ponte Solferino (Río Arno)

No tardamos en llegar al Campo dei Miracoli  donde nos recreamos durante algo más de una hora haciéndonos fotos.

Para subir a la Torre de Pisa hay un número determinado de entradas, por lo que hay que apresurarse si quieres entrar (nosotras no entramos porque en otra visita anterior a Pisa ya habíamos hecho esa visita).

El Duomo de Pisa es una preciosa catedral católica dedicada a Santa María Asunta. 

Catedral medieval con una fachada de mármol gris y piedra blanca no deja indiferente a nadie.

Catedral de Pisa

La Torre inclinada se construyó en el año 1173 como campanile del Duomo. Su inclinación se debe a que se construyó en terreno arenoso y los cimientos no fueron firmes.


 Torre de Pisa

En cuanto al Baptisterio de Pisa, decir que está dedicado a San Juan Bautista y que está considerado como el más grande de toda Italia.


Baptiesterio de Pisa

Sin duda este conjunto monumental merece la pena ser visitado y todos los turistas nos vamos encantados.


Campo dei Miracoli

Damos una vuelta por los alrededores y no tardamos en encontrar una terraza donde sentarnos a comer que ya es hora.

La sobremesa no es larga, nos queda mucho que ver en la ciudad, pero antes de irnos, no nos resistirnos a sacar alguna foto más para el recuerdo.


Pisa

Vamos por la Vía dei Mille hasta llegar a la Iglesia di San Sisto in Cortevecchia, construida en piedra de estilo románico pisanense.


Iglesia di San Sisto in Cortevecchia

Seguimos perdiéndonos por la ciudad hasta llegar a la Piazza dei Cavalieri, sin duda una de las plazas más bonitas de todo el recorrido que hicimos.
En la antigüedad, esta plaza representaba el centro del poder civil. A partir de la segunda mitad del siglo XVI fue la sede de la Orden de Caballeros de San Esteban.

En esta plaza encontramos el Palazzo della Carovana, antiguo Cuartel General de la Orden de Caballeros de San Esteban. En la actualidad es la sede de la Scuola normale superiore di Pisa.


Palazzo della Carovana


Detalles de la fachada del Palazzo della Carovana. Escudos y estatua de Cosimo I

En la misma plaza también se encuentra la Iglesia de Santo Stefano dei Cavalieri, construida para la Orden de los Caballeros de San Esteban.


Iglesia de Santo Stefano dei Cavalieri. Piazza dei Cavalieri

Otro edificio a tener en cuenta en la plaza es el Palazzo dell' Orologio o Palacio del Reloj.


Palazzo dell' Orologio

Seguimos caminando por calles comerciales hasta llegar a las Termas Romanas, tradicionalmente conocidas como "Baños de Nerón", situadas entre la Abadía de San Zeno y la Catedral. En la actualidad se conservan en un estado bastante ruinoso.


Termas Romanas. Pisa

No muy lejos se encuentra la Iglesia de Santa Catalina y hacia allá que nos vamos para visitarla. 

Iglesia de Santa Catalina



Interior de la Iglesia Santa Caterina

Ya es media tarde y el cuerpo nos pide una parada para tomar un café y relajarnos un poco, por lo que de camino a la Piazza delle Vettovaglie nos sentamos en una terraza. Poco a poco se va haciendo de noche y es un buen momento para hacer la visita del resto de la ciudad con la iluminación artificial, cosa que me encanta hacer en todas las ciudades.

Piazza delle Vettovaglie

Queremos llegar hasta el río para ver la zona iluminada y pasamos por la alegre Plaza Garibaldi. 


Plaza Garibaldi


Ponte Solferino (Río Arno)

Es el momento de regresar al Campo dei Miracoli y la Piazza dei Cavalieri para ver los monumentos iluminados y con esto poner fin a la visita a Pisa.


Catedral y Torre de Pisa


Piazza dei Cavalieri


Piazza dei Cavalieri

De regreso al hotel paramos en un restaurante a cenar y poner broche de oro a esta preciosa escapada de cuatro días por tierras italianas. Y brindamos por que estas escapadas de amigas se repitan y sigamos conociendo lugares espectaculares.


Cenando en Pisa




 



DÍA 2: LA SPEZIA- CORNIGLIA- RIOMAGGIORE- MANAROLA- MONTEROSSO- PORTOVENERE- LA SPEZIA

 Comienza nuestro segundo día de vacaciones a las 7:30 horas cuando suena el despertador. Toca asearse y bajar a desayunar a una cafetería donde tenemos que entregar una ficha que nos ha dado el hotel y con eso ya tenemos el desayuno pagado.

Con el estómago lleno, regresamos al hotel para terminar de prepararnos y salir caminando los pocos metros que nos separan de la estación de tren.

Subimos al primer tren que parte con destino a Corniglia, nuestro primer pueblo a visitar hoy. El trayecto es tan corto que apenas nos damos ni cuenta y ya tenemos que bajarnos del tren.

Para los que tenemos pagado el bono para visitar Cinque Terre, tenemos gratuito un bus que nos acerca hasta Corniglia, ya que la estación está bastante alejada del pueblo. Otra opción es pagar el bus allí o subir caminando por el sendero y escalones que se ve bien indicado.

El bus sale al lado de la estación de tren y nos deja justo a la entrada del pueblo. Nada más bajar del bus comenzamos a callejear y encontramos pequeñas tiendas de souvenirs bien adornadas para llamar la atención de los turistas.


Calle de Corniglia

El pueblo se encuentra en un promontorio rocoso con preciosas vistas al mar. Ese es nuestro primer objetivo, llegar hasta alguno de los miradores que hay para ver el mar y obtener vistas a los otros pueblos de Cinque Terre.


Acceso a uno de los miradores de Corniglia


Vista de la costa desde Corniglia

Seguimos conociendo el pueblo caminando por sus estrechas calles hasta llegar a la Iglesia Parroquial de San Pietro, situada en la parte alta de Cornigia. La iglesia es de estilo gótico-ligure y está construida sobre las ruinas de una capilla del siglo XI.


Iglesia de San Pietro

En la fachada resalta el bonito rosetón de mármol blanco, y en su interior resaltar la pila bautismal del siglo XII y el retablo del altar.


Interior de la iglesia de San Pietro

Además, no hay que perderse otras visitas como El Oratorio de los Disciplinados de Santa Caterina, El Santuario de Nuestra Señora de las Gracias o las bonitas vistas que se obtienen desde la Plaza de Largo Taragio.

Tardamos casi dos horas en callejear el pueblo y sin duda nos queda un precioso recuerdo de Corniglia.


Calle de Corniglia


Vistas de Corniglia

Nos dirigimos a la parada del autobús para abandonar Coniglia y ponemos rumbo hasta la estación de tren.

Montamos en el tren para poner rumbo a Manarola, pero no sabemos por qué, el tren no paró y llegamos a Riomaggiore directamente. 

En la parada de Riomaggiore nos hemos apeado mucha gente, nosotras esperamos unos minutos a que se despeje la zona y enseguida nos ponemos a caminar.

Riomaggiore es el pueblo más oriental de las Cinque Terre y tiene una ubicación privilegiada. 

Riomaggiore

Para comenzar la visita a Riomaggiore nos dirigimos a la zona del puerto a través de una calle repleta de gente.

Las vistas desde el puerto son las más representativas de Riomaggiore, pero hay tanta gente que apenas podemos acercarnos a algún sitio sin tener que pedir perdón para que se retiren.


Disfrutando de las vistas de Riomaggiore

Pasamos en la zona un buen rato, pero es el momento de seguir conociendo el pueblo donde es aconsejable visitar el Castellazzo di Cerricò (Castillo de Riomaggiore) ubicado en la colina homónima.


Castellazzo di Cerricò

Otras visitas aconsejables son la Iglesia de San Juan Bautista, la Iglesia de la Hermandad de la Asunción y el Santuario de Nuestra Señora de Montenegro.

Calle de Riomaggiore

Antes de abandonar el pueblo nos sentamos en una terraza a tomar una cerveza con una fritura de pescado que recomendamos probar a todo el que venga a este pueblo de visita.

Después del breve descanso nos vamos hasta la estación de tren para poner rumbo hasta Maranola, el último pueblo que nos queda por conocer.

Nada más bajar del tren nos encontramos con una calle repleta de restaurantes y abarrotada de gente.


Calle de Manarola

La calle nos lleva hasta el mar, desde donde se obtienen vistas a una suave colina donde hay restaurantes igual de llenos que en la zona del pueblo donde nos encontramos, nos imaginamos que va a ser difícil poder comer tranquilas aquí, pero por la hora que es, no nos queda más remedio que ir mirando alguna terraza donde sentarnos y esperar el turno.


Manarola

Una visita que recomendamos hacer en Manarola es la Iglesia de la Natividad de María la Virgen (conocida como la Iglesia de San Lorenzo, patrón del pueblo).


Vista de Manarola

Como hemos dicho, aprovechamos a comer en Manarola y sin perder mucho tiempo nos levantamos para aprovechar la tarde y hacer el barco turístico que nos llevará desde Monterosso hasta Portovenere.

Nos vamos en tren hasta Monterosso y a pie de playa nos encontramos con la taquilla para sacar el ticket del barco. Nos toca esperar un rato hasta que se llega la hora de partir y nos situamos en la parte de arriba, al descubierto para ir sacando fotografías de los pueblos de Cinque Terre desde otra perspectiva totalmente diferente a la que hemos visto.


Vista de Monterosso desde el barco

El barco se aleja de la costa de Monterosso y poco a poco nos acerca al siguiente pueblo, Vernazza, que ya podemos ver desde lejos.


Vista de Vernazza desde el barco

Según vamos navegando el sol va perdiendo fuerza y comenzamos a abrigarnos porque la marea se hace notar.


Vista de Corniglia desde el barco

El trayecto desde Monterosso hasta Portovenere tiene una duración de algo más de una hora y en muchos tramos se puede ver con claridad el llamado Camino del Amor o Via dell'Amore.


Via dell'Amore vista desde el mar


Vista de Manarola desde el barco


Vista de Riomaggiore desde el barco

Finalmente llegamos a Portovenere y la luz del día comienza a deleitarnos con unos colores que ni podíamos imaginarnos.


Llegada a Portovenere

Desembarcamos y nos dirigimos a visitar este precioso y pintoresco pueblo.

Portovenere es un pueblo medieval situado al final del golfo de La Spezia y donde comienza el golfo de Génova.

Entramos por el arco que da acceso al pueblo y vamos caminando en sentido ascendente por una calle empedrada donde hay atractivas tiendas de souvenir a ambos lados.


Accediendo a Portovenere


Paseando por Portovenere


Rincones de Portovenere al atardecer

Terminada la calle llegamos a una plaza desde donde se obtienen preciosas vistas de la iglesia de San Pedro, el Castillo y la Gruta Byron.


Portovenere

Sin dudar, este es un lugar precioso para ver con los últimos rayos de sol, los colores son fantásticos ...


Disfrutando de una preciosa puesta de sol


Iglesia de San Pedro. Portovenere

En pocos minutos nos quedamos sin luz y emprendemos el regreso por la calle comercial casi en solitario.


Calle de Portovenere


Despidiéndonos de Portovenere

Es hora de ir a buscar una parada de autobús para emprender el regreso a La Spezia, hoy ha sido un día muy completo y ya tenemos ganas de llegar al hotel.

Nos cuesta un poco encontrar la parada de bus, un conductor de autobús nos indica dónde poder comprar el ticket y esperar al siguiente que pase.

El viaje hasta La Spezia se nos hace un poco largo, pensábamos que estaba bastante más cerca, pero el problema ha sido no saber en qué parada apearnos, vamos que nos hemos hecho un tour por toda la ciudad hasta que hemos preguntado al conductor donde podemos bajar lo más cerca posible de la estación de tren.
Por suerte estábamos a poca distancia de una de las calles que visitamos la primera noche que llegamos y enseguida comenzamos a recordar el camino hasta las calles céntricas.

Aprovechamos un restaurante para cenar y descansar un poco, y tenemos que decir que nos hemos puesto "las botas" con la degustación.


Cenando en La Spezia

Terminamos bastante cansadas y poco a poco regresamos al hotel para descansar.














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