DÍA 2: LA SPEZIA- CORNIGLIA- RIOMAGGIORE- MANAROLA- MONTEROSSO- PORTOVENERE- LA SPEZIA

 Comienza nuestro segundo día de vacaciones a las 7:30 horas cuando suena el despertador. Toca asearse y bajar a desayunar a una cafetería donde tenemos que entregar una ficha que nos ha dado el hotel y con eso ya tenemos el desayuno pagado.

Con el estómago lleno, regresamos al hotel para terminar de prepararnos y salir caminando los pocos metros que nos separan de la estación de tren.

Subimos al primer tren que parte con destino a Corniglia, nuestro primer pueblo a visitar hoy. El trayecto es tan corto que apenas nos damos ni cuenta y ya tenemos que bajarnos del tren.

Para los que tenemos pagado el bono para visitar Cinque Terre, tenemos gratuito un bus que nos acerca hasta Corniglia, ya que la estación está bastante alejada del pueblo. Otra opción es pagar el bus allí o subir caminando por el sendero y escalones que se ve bien indicado.

El bus sale al lado de la estación de tren y nos deja justo a la entrada del pueblo. Nada más bajar del bus comenzamos a callejear y encontramos pequeñas tiendas de souvenirs bien adornadas para llamar la atención de los turistas.


Calle de Corniglia

El pueblo se encuentra en un promontorio rocoso con preciosas vistas al mar. Ese es nuestro primer objetivo, llegar hasta alguno de los miradores que hay para ver el mar y obtener vistas a los otros pueblos de Cinque Terre.


Acceso a uno de los miradores de Corniglia


Vista de la costa desde Corniglia

Seguimos conociendo el pueblo caminando por sus estrechas calles hasta llegar a la Iglesia Parroquial de San Pietro, situada en la parte alta de Cornigia. La iglesia es de estilo gótico-ligure y está construida sobre las ruinas de una capilla del siglo XI.


Iglesia de San Pietro

En la fachada resalta el bonito rosetón de mármol blanco, y en su interior resaltar la pila bautismal del siglo XII y el retablo del altar.


Interior de la iglesia de San Pietro

Además, no hay que perderse otras visitas como El Oratorio de los Disciplinados de Santa Caterina, El Santuario de Nuestra Señora de las Gracias o las bonitas vistas que se obtienen desde la Plaza de Largo Taragio.

Tardamos casi dos horas en callejear el pueblo y sin duda nos queda un precioso recuerdo de Corniglia.


Calle de Corniglia


Vistas de Corniglia

Nos dirigimos a la parada del autobús para abandonar Coniglia y ponemos rumbo hasta la estación de tren.

Montamos en el tren para poner rumbo a Manarola, pero no sabemos por qué, el tren no paró y llegamos a Riomaggiore directamente. 

En la parada de Riomaggiore nos hemos apeado mucha gente, nosotras esperamos unos minutos a que se despeje la zona y enseguida nos ponemos a caminar.

Riomaggiore es el pueblo más oriental de las Cinque Terre y tiene una ubicación privilegiada. 

Riomaggiore

Para comenzar la visita a Riomaggiore nos dirigimos a la zona del puerto a través de una calle repleta de gente.

Las vistas desde el puerto son las más representativas de Riomaggiore, pero hay tanta gente que apenas podemos acercarnos a algún sitio sin tener que pedir perdón para que se retiren.


Disfrutando de las vistas de Riomaggiore

Pasamos en la zona un buen rato, pero es el momento de seguir conociendo el pueblo donde es aconsejable visitar el Castellazzo di Cerricò (Castillo de Riomaggiore) ubicado en la colina homónima.


Castellazzo di Cerricò

Otras visitas aconsejables son la Iglesia de San Juan Bautista, la Iglesia de la Hermandad de la Asunción y el Santuario de Nuestra Señora de Montenegro.

Calle de Riomaggiore

Antes de abandonar el pueblo nos sentamos en una terraza a tomar una cerveza con una fritura de pescado que recomendamos probar a todo el que venga a este pueblo de visita.

Después del breve descanso nos vamos hasta la estación de tren para poner rumbo hasta Maranola, el último pueblo que nos queda por conocer.

Nada más bajar del tren nos encontramos con una calle repleta de restaurantes y abarrotada de gente.


Calle de Manarola

La calle nos lleva hasta el mar, desde donde se obtienen vistas a una suave colina donde hay restaurantes igual de llenos que en la zona del pueblo donde nos encontramos, nos imaginamos que va a ser difícil poder comer tranquilas aquí, pero por la hora que es, no nos queda más remedio que ir mirando alguna terraza donde sentarnos y esperar el turno.


Manarola

Una visita que recomendamos hacer en Manarola es la Iglesia de la Natividad de María la Virgen (conocida como la Iglesia de San Lorenzo, patrón del pueblo).


Vista de Manarola

Como hemos dicho, aprovechamos a comer en Manarola y sin perder mucho tiempo nos levantamos para aprovechar la tarde y hacer el barco turístico que nos llevará desde Monterosso hasta Portovenere.

Nos vamos en tren hasta Monterosso y a pie de playa nos encontramos con la taquilla para sacar el ticket del barco. Nos toca esperar un rato hasta que se llega la hora de partir y nos situamos en la parte de arriba, al descubierto para ir sacando fotografías de los pueblos de Cinque Terre desde otra perspectiva totalmente diferente a la que hemos visto.


Vista de Monterosso desde el barco

El barco se aleja de la costa de Monterosso y poco a poco nos acerca al siguiente pueblo, Vernazza, que ya podemos ver desde lejos.


Vista de Vernazza desde el barco

Según vamos navegando el sol va perdiendo fuerza y comenzamos a abrigarnos porque la marea se hace notar.


Vista de Corniglia desde el barco

El trayecto desde Monterosso hasta Portovenere tiene una duración de algo más de una hora y en muchos tramos se puede ver con claridad el llamado Camino del Amor o Via dell'Amore.


Via dell'Amore vista desde el mar


Vista de Manarola desde el barco


Vista de Riomaggiore desde el barco

Finalmente llegamos a Portovenere y la luz del día comienza a deleitarnos con unos colores que ni podíamos imaginarnos.


Llegada a Portovenere

Desembarcamos y nos dirigimos a visitar este precioso y pintoresco pueblo.

Portovenere es un pueblo medieval situado al final del golfo de La Spezia y donde comienza el golfo de Génova.

Entramos por el arco que da acceso al pueblo y vamos caminando en sentido ascendente por una calle empedrada donde hay atractivas tiendas de souvenir a ambos lados.


Accediendo a Portovenere


Paseando por Portovenere


Rincones de Portovenere al atardecer

Terminada la calle llegamos a una plaza desde donde se obtienen preciosas vistas de la iglesia de San Pedro, el Castillo y la Gruta Byron.


Portovenere

Sin dudar, este es un lugar precioso para ver con los últimos rayos de sol, los colores son fantásticos ...


Disfrutando de una preciosa puesta de sol


Iglesia de San Pedro. Portovenere

En pocos minutos nos quedamos sin luz y emprendemos el regreso por la calle comercial casi en solitario.


Calle de Portovenere


Despidiéndonos de Portovenere

Es hora de ir a buscar una parada de autobús para emprender el regreso a La Spezia, hoy ha sido un día muy completo y ya tenemos ganas de llegar al hotel.

Nos cuesta un poco encontrar la parada de bus, un conductor de autobús nos indica dónde poder comprar el ticket y esperar al siguiente que pase.

El viaje hasta La Spezia se nos hace un poco largo, pensábamos que estaba bastante más cerca, pero el problema ha sido no saber en qué parada apearnos, vamos que nos hemos hecho un tour por toda la ciudad hasta que hemos preguntado al conductor donde podemos bajar lo más cerca posible de la estación de tren.
Por suerte estábamos a poca distancia de una de las calles que visitamos la primera noche que llegamos y enseguida comenzamos a recordar el camino hasta las calles céntricas.

Aprovechamos un restaurante para cenar y descansar un poco, y tenemos que decir que nos hemos puesto "las botas" con la degustación.


Cenando en La Spezia

Terminamos bastante cansadas y poco a poco regresamos al hotel para descansar.














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