Hoy despertamos mucho más relajadas, el tiempo es oro, pero el objetivo de ver los pueblos de Cinque Terre está realizado, aunque no por eso vamos a desperdiciar el día ya que nos vamos a Pisa para conocer la ciudad.
En el trayecto del tren hasta Pisa tenemos que sacar la tarjeta de embarque para el vuelo de mañana, así como rellenar los trámites exigidos antes de entrar en España por el tema del coronavirus.
Casi sin darnos cuenta el tren anuncia la parada de Pisa y nos vamos preparando para bajar. Una vez en la estación, buscamos en el GPS la dirección del hotel y como vemos que no queda lejos decidimos ir caminando hasta allí para dejar el equipaje.
Liberadas del equipaje volvemos a las calles de Pisa dirigiéndonos al centro. El paseo hasta llegar a la Torre inclinada, la Catedral y el Baptisterio ya nos va encantando, la ciudad tiene un encanto especial ...
Pasamos el río Arno por el Puente Solferino y a partir de aquí ya nos adentramos en la ciudad que venimos buscando, la auténtica Pisa.
Ponte Solferino (Río Arno)
No tardamos en llegar al Campo dei Miracoli donde nos recreamos durante algo más de una hora haciéndonos fotos.
Para subir a la Torre de Pisa hay un número determinado de entradas, por lo que hay que apresurarse si quieres entrar (nosotras no entramos porque en otra visita anterior a Pisa ya habíamos hecho esa visita).
El Duomo de Pisa es una preciosa catedral católica dedicada a Santa María Asunta.
Catedral medieval con una fachada de mármol gris y piedra blanca no deja indiferente a nadie.
Catedral de Pisa
La Torre inclinada se construyó en el año 1173 como campanile del Duomo. Su inclinación se debe a que se construyó en terreno arenoso y los cimientos no fueron firmes.
Seguimos caminando por calles comerciales hasta llegar a las Termas Romanas, tradicionalmente conocidas como "Baños de Nerón", situadas entre la Abadía de San Zeno y la Catedral. En la actualidad se conservan en un estado bastante ruinoso.
No muy lejos se encuentra la Iglesia de Santa Catalina y hacia allá que nos vamos para visitarla.
Iglesia de Santa Catalina
Ya es media tarde y el cuerpo nos pide una parada para tomar un café y relajarnos un poco, por lo que de camino a la Piazza delle Vettovaglie nos sentamos en una terraza. Poco a poco se va haciendo de noche y es un buen momento para hacer la visita del resto de la ciudad con la iluminación artificial, cosa que me encanta hacer en todas las ciudades.
Piazza delle Vettovaglie
Queremos llegar hasta el río para ver la zona iluminada y pasamos por la alegre Plaza Garibaldi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario