Llegamos a TUDELA dispuestos a disfrutar de un gran fin de semana conociendo esta bonita localidad y tomarla como base para acercarnos a las Bárdenas Reales así como descubrir el precioso Castillo de Olite.
La visita a Tudela comienza por la Torre Monreal, situada a las afueras del casco antiguo. Este monumento se construyó cuando los musulmanes fortificaron la ciudad, con el objetivo de que fuera una torre de vigilancia.
En una remodelación que se hizo en 2007 se instaló en su interior una cámara con un sistema de espejos y lentes que permite ver lo que pasa en el exterior y tener una imagen de 360º de Tudela a tiempo real.
Ya en la ciudad, la visita comienza por la Plaza de los Fueros, que fue construida para celebrar las corridas de toros que hasta entonces se venían celebrando en la Plaza de la Catedral.
Hoy se pueden ver en las fachadas de la plaza, numerosas cerámicas con motivos taurinos.
La Plaza de los Fueros es el límite entre el casco antiguo y la ciudad nueva de la ciudad. Es donde transcurre la vida social de los vecinos, punto de encuentro de la gente además de ser la puerta de acceso a la judería vieja.
La plaza está presidida por la Casa del Reloj y también es muy representativo un quiosco donde en época estival se suben músicos para alegrar a la población.
El entramado de calles que recorremos hasta llegar a la Catedral nos transporta a otra época, se respira buen ambiente ...
La Catedral es el principal monumento de la ciudad. Fue concebida como Colegiata de Santa María y posteriormente elevada a Catedral.
Por su importancia histórico-artística fue declarada en Monumento Nacional en el año 1884.
De su exterior destacamos la gran torre y las tres portadas, la más antigua, la de la Virgen, otra es la de Santa María y a los pies del templo, la Puerta del Juicio.
Ya en su interior, destacamos las muchas capillas que tiene, así como su altar mayor con retablo gótico, el órgano barroco o el bonito coro y trascoro.
En la misma Plaza Vieja y frente a la Catedral, se encuentra el Ayuntamiento.
En las inmediaciones de la Catedral hay museos importantes como el Museo de Tudela o el Museo Muñoz Sola de Arte Moderno, nosotros no entramos a ninguno pero ahí queda la información.
En la ciudad podemos visitar el Barrio de la Judería, que se divide en dos partes, la Judería Nueva y la Judería Vieja.
La población judía llega a Tudela atraída por el fuerte poder político y económico que adquiere durante el siglo IX y se asientan en lo que se conoce como Plaza de la Judería.
Tras la reconquista de Tudela en 1119, los judíos abandonaron la población, regresando cuando Alfonso I les promete ciertos derechos, y para darles mayor protección les da una nueva ubicación dentro de los muros del castillo, justo en las calles que se encuentra por debajo del Paseo del Castillo (Calle San Pedro, Calle San Miguel y Calle San Salvador).
No muy lejos de la zona se encuentra el Puente sobre el Río Ebro, sostenido por 17 arcos y construido en el medievo y de origen árabe.
Desde el puente puede verse La Mejana o huerta de Tudela, que es una pequeña isla fluvial creada por los sedimentos del río Ebro y donde gracias a las condiciones para el cultivo se ha convertido en una magnífica huerta de gran fama, principalmente por el cultivo de verduras.
Muy cerca del puente se puede visitar las ruinas de la Iglesia de San Pedro o la Iglesia de la Magdalena, pero nosotros ya no lo hicimos, eran más de las 15:00 horas y teníamos que buscar un restaurante para comer.
BARDENAS REALES
Después de comer y con un calor espantoso (45º) nos dirigimos a las Bardenas Reales, que es un Parque Natural de paisajes semidesérticos, declarado como Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Sus formaciones rocosas son el resultado del contraste de temperaturas a lo largo del año y la erosión del agua y del fuerte viento que sopla en la zona.
Para conocer mejor las Bardenas Reales, os recomendamos hacer una parada en el Centro de Información para recoger un mapa donde te muestra los puntos principales que puedes recorrer en el parque. Nosotros nos decantamos por hacer una ruta circular de unos 34 km que nos llevará una hora y media aproximadamente.
Comenzamos por la entrada de Arguedas y luego hay que dirigirse hacia el Castil de tierra.
El recorrido se puede hacer en coche, en bicicleta o caminando, nosotros lo hicimos en coche.
Los caminos a seguir son de tierra, por lo que hay que respetar la velocidad máxima de 40 km/hora para no levanta un polvo que impida la visión a los demás visitantes, además de poder pinchar una rueda con gran facilidad.
Pasamos por todos los puntos de interés que nos marca el mapa, dejando las rutas de caminar para otra ocasión, ya que la temperatura esta tarde supera los 46º y se hace difícil salir del coche.
A lo largo del parque se ven unas cabañas de piedra abandonadas, éstas, en su día, servían de cobijo a los agricultores y también servían para almacenar las semillas y enseres.
El Cabezo de Castildetierra, es el icono de las Bardenas Reales, también conocido como chimenea de hadas.
Terminado el recorrido regresamos a Tudela donde además de darnos el gusto de su gastronomía, degustando alguna de sus verduras con denominación de origen (espárragos y alcachofas), pudimos dar un tranquilo paseo nocturno por el centro histórico a una temperatura mucho más agradable que la que hemos tenido durante todo el día.
OLITE :
Nuestro segundo y último día de escapada por tierras navarras, nos lleva hasta la localidad de Olite.
Dejamos el coche frente a la Iglesia de San Pedro y es por ahí mismo por donde comenzamos la visita a Olite. (plaza del Fosal)
De la iglesia destacamos su torre de aguja gótica, pero estaba en obras cuando visitamos la localidad y apenas pudimos acercarnos.
Desde aquí comenzamos a callejear por las bonitas calles medievales que estaban decoradas para la celebración de un mercado medieval.
Después de visitar las calles más principales llegamos a la Plaza de Carlos III, a la cual accedemos atravesando la Torre del Chapitel o Torre del Reloj.
La plaza de Carlos III "El Noble" es la plaza principal de la localidad. Se extiende desde la entrada del Palacio Real y llega hasta una de las salidas de la muralla del "Cerco de Fuera".
En sus alrededores encontramos varios monumentos importantes como el propio Palacio Real, la Torre del Chapitel, las Galerías Medievales y el Ayuntamiento.
Decidimos ir a visitar el Castillo antes de comer, y caminamos por un agradable paseo con bancos hasta la entrada.
El Castillo de Olite o Palacio Real de los Reyes de Navarra, es sin duda la visita más importante del día
El Palacio Real fue construido por orden del Rey Carlos III, y aunque ha sufrido saqueos e incendios, hoy su estado de conservación es impecable (fue declarado Monumento Nacional en 1925).
La entrada tiene un precio de 3.5 € y a partir de aquí puedes ir visitando todos los rincones, estancias como la del Rey y la Reina, subir y bajar escaleras de caracol y por supuesto deleitarnos con las preciosas vistas que se obtienen desde arriba de las tres torres del castillo (Torre de los Cuatro Vientos, Torre de la Atalaya y Torre de las Tres Coronas).
La visita del Castillo nos lleva algo más de una hora y no os engañamos que si no es por el calor tan intenso que está haciendo estos días, nos hubiéramos quedado más tiempo.
Pegado al castillo encontramos el Palacio Viejo, ubicado en la plaza de los Teobaldos, hoy convertido en el Parador de Turismo y al lado la Iglesia de Santa María la Real, con una preciosa fachada de estilo gótico.
Aprovechamos una de las varias terrazas que hay en la Plaza de Carlos III "El Noble" para comer y reponer fuerzas.
Pero antes de irnos del pueblo nos acercamos hasta el Convento de Santa Clara, situado en la parte exterior de la muralla, donde se solía atender a los peregrinos del camino de Santiago.
Hasta llegar al Convento de San Francisco, caminamos por la parte exterior de la muralla.
Desde aquí regresamos al coche y ponemos fin a esta escapada por tierras navarras, ahora quedan muchos kilómetros hasta llegar a casa.