En cuanto llegamos a esta bonita localidad de Nuevo Baztán, un nombre destacó de entre todos los demás, JUAN DE GOYENECHE, un navarro que se encargó de solucionar los problemas de recesión demográfica y desindustrialización de la zona, problemas que se arrastraban a principios del s. XVIII.
Así se crearon grandes fábricas que intentaban evitar las importaciones y sus altos precios, fábricas de paños, sombreros, vidrio ... con la ayuda del arquitecto Churriguera orquestaron una ciudad barroca que reflejaba su tiempo.
El conjunto urbano se planificó como una unidad urbanística desarrollada en torno al foco principal constituido por el Palacio de Goyeneche y la Iglesia de San Francisco Javier.
El Palacio de Goyeneche, donde se encuentra la Oficina de Turismo, fue la residencia de su fundador.
Este palacio es el centro de la localidad y la jerarquía de los habitantes se medía a medida que las edificaciones se alejaban de este punto central.
La puerta principal del palacio está presidida por la cabeza de un león que sujeta con la boca el escudo de Baztán.
También se puede ver un gran escudo coronando la puerta, donde aparecen los títulos nobiliarios de Marqués de Belzunce y del Conde de Saceda, ambos unidos en la figura del segundo hijo de Juan de Goyeneche.
El lateral izquierdo del palacio, centro del conjunto arquitectónico lo cierra un torreón con estructura cuadrada.
La Iglesia de San Francisco Javier, se ubica junto al Palacio de Goyeneche, compartiendo fachada.
De su interior no podemos contaros nada, la encontramos cerrada ya que sólo abren en horario de misa.
Nuestra siguiente visita será el Centro de Interpretación, instalado en las antiguas Bodegas de Palacio.
En su interior se proyecta un vídeo en el que charlan Juan de Goyeneche y el arquitecto Churriguera contando sus proyectos para Nuevo Baztán.
Además hay una exposición de maquetas y paneles explicativos que merece la pena visitar.
Justo al lado del Centro de Interpretación, encontramos la Plaza de Fiestas, que aunque se encuentra cerrado al público, se puede ver su grandiosidad, con sus arcos de entrada y soportales que la dan un aire de Plaza Mayor.
Aunque no se sabe con certeza la función para la que fue construida la plaza, si que sabemos que aquí se han celebrado conciertos, obras de teatro y corridas de toros.
Otra bonita plaza, situada detrás de la Iglesia de San Francisco Javier, es la Plaza del Mercado o del Secreto, donde podemos imaginar como sería el comercio en este lugar.
Hoy en día se mantienen en pie las bases de las columnas que sostenían las cubiertas que daban sombra a comerciantes y compradores.
Rematando la plaza se encuentra la fachada de la Fábrica de Tejidos, y en un lateral, un bonito arco que limita la Plaza de Fiestas y la Plaza del Mercado.
La Plaza de la Iglesia se ubica frente al Palacio y la Iglesia y es el lugar perfecto para descansar a la sombra viendo a la gente pasear o sentarse en una de sus terrazas a tomar algo.
En el centro de esta plaza arbolada se encuentra la Fuente de los Tritones, original de la época de esplendor de Nuevo Baztán.
Una vez visitada esta parte de la ciudad, sin apenas habernos movido unos metros, comenzamos a caminar por las calles de Nuevo Baztán para ir viendo el resto de sus atractivos.
Siguiendo la Calle del Palacio vemos el edificio de La Fonda, el único edificio destinado al alojamiento de mercaderes que llegaban a la localidad para hacer negocios.
Un poco más adelante llegamos a la Plaza de la Cebada, donde apenas vemos turistas y donde puede apreciarse lo que ya os decíamos anteriormente, que cuanto más te alejabas de la zona del palacio, las construcciones son más humildes.
En esta plaza es donde vivían los agricultores y ganaderos, y no sólo ellos, sino también convivían con los animales y donde guardaban los aperos de labranza.
Finalizamos nuestra visita a Nuevo Baztán degustando alguno de sus platos típicos y os animamos a visitar esta bonita localidad madrileña que sin duda os va a encantar.
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