DIA 4: MADABA- MAR MUERTO- GARGANTA WADI MUJIB- CASTILLO DE KERAK- PETRA

 Después del delicioso desayuno que nos ofrece el hotel, nos ponemos en camino. 

Hoy nuestro destino final es la ciudad de Petra, pero el recorrido lo haremos por una carretera panorámica donde no dejaremos de ir viendo por un lado el Mar Muerto y por el otro lado, impresionantes montañas ...


Vistas del Mar Muerto


Un alto en el camino

Parábamos muy a menudo, nos encanta el paisaje. Al principio observamos el difícil acceso que hay hasta el Mar Muerto, la zona es como acantilada, pero poco a poco el terreno se va suavizando y vemos a gente bañándose, aunque hay que tener en cuenta, que en esta zona no hay hoteles que te ofrezcan la posibilidad de ducharte y cambiarte de ropa para volver al coche seco y sin restos de sal.


Mar Muerto

A medio camino, encontramos una señalización que indica la Garganta de Wadi Mujib. Por supuesto paramos y nos acercamos a ver si desde este lugar hay acceso, pero si hay acceso no vemos la posibilidad de acercarnos, el río Mujib va seco antes de desembocar en el Mar Muerto.


Final de la Garganta Wadi Mujib

Nos encontramos en la desembocadura de la Reserva Natural de Mujib, es la Reserva a menor altitud del mundo, se encuentra a 410 metros por debajo del nivel del mar.

Se trata de una profunda garganta por la que atraviesa el río Mujib, nace a 900 metros sobre el nivel del mar y recorre 75 km antes de desembocar en la orilla oriental del mar Muerto, y donde se pueden practicar deportes acuáticos como barranquismo o hacer rutas por el cañón.


Garganta Wadi Mujib (imagen obtenida de internet)

Seguimos nuestro camino con dirección al Castillo de Karak pero no dejamos la vista del Mar Muerto. En su último tramo del sur, el acceso al mar es mucho más sencillo y su costa más bonita, pero ni rastro de nadie bañándose.

Costa sur del Mar Muerto

De repente dejamos de ver el Mar Muerto y nos adentramos en un profundo paisaje desértico que nos impresiona.

Paisajes desérticos de Jordania

Asentamientos en el desierto

Después de pasar una mañana subiendo y bajando constantemente del coche para ver los paisajes que nos ofrecía el camino, llegamos a la siguiente visita, el Castillo de Kerak, donde enseñando la Jordan Pass pasamos sin pagar.

Esta fortificación es una de las más importantes y mejor conservadas de la época de las Cruzadas de todo Oriente Medio.

Karak en la antigüedad se denominaba Moab, y la tierra de Moab es la región situada entre Wadi al Hasa en el sur, y Wadi al Mujib en el norte, el Mar Muerto en el oeste y el desierto en el este.

La ciudad de Karak fue una de las principales ciudades en el Reino Moabita. El castillo servía como línea de defensa para proteger las rutas comerciales y establecer control sobre los beduinos de la zona.


Castillo de Kerak

Comenzamos la visita desde el Centro de Visitantes donde podemos ir conociendo la historia del castillo así como ver vitrinas con restos recogidos de la zona y fotografías interesantes.

El Castillo de Kerak está en estado ruinoso, pero la parte superior se encuentra en bastante buen estado pudiendo entrar a ver estancias, pasillos abovedados, arcos, en definitiva, nos ha parecido una visita curiosa.


Accediendo al Castillo de Kerak


Castillo de Kerak


Estancia del Castillo de Kerak

Castillo de Kerak

Pasillos y estancias del Castillo de Kerak

Castillo de Kerak

La visita nos lleva unas dos horas y nada más salir nos dirigimos a uno de los restaurantes de la zona para reponer fuerzas y descansar.

Todavía nos queda bastante camino para llegar a la ciudad de Petra, por lo que no nos entretenemos demasiado y emprendemos de nuevo el camino envueltos en un desierto interminable, que apenas desaparece cuando atravesamos alguna ciudad.

El sol se va poniendo poco a poco y paramos a estirar las piernas y deleitarnos ante la bonita vista que se nos ofrece.

Paisajes de Jordania

Llegamos a nuestro hotel de Petra sobre las 18:00 horas, tiempo suficiente como para descansar y luego poder ir a ver el espectáculo nocturno.

En la recepción del hotel nos ofrecen las entradas si queremos ir, pero preferimos subir a la habitación, descansar un poco y luego ver si tenemos ganas o dejarlo para mañana.

Finalmente la pereza se apoderó de nosotros y decidimos dejar el espectáculo nocturno de Petra y salir a cenar y conocer un poco la ciudad.

Degustamos unos platos típicos de Jordania que nos supieron deliciosos, después de camino al coche compramos unos dulces y nos fuimos a descansar.


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