DÍA 5: PETRA

 Hoy comenzamos el día un poco más temprano, y es que tenemos que aprovechar bien la jornada para visitar Petra, orgullo de éste país, considerado una de las siete maravillas del mundo y Patrimonio de la Humanidad.

A las 7:00 horas estamos en el comedor del hotel desayunando, uno de los mejores desayunos que tenemos durante todo el viaje, por lo que aprovechamos pero bien ...

Anoche, antes de ir a dormir, dejamos encargado en recepción un almuerzo que nos pueden preparar para llevarlo a la visita de Petra, ya que allí sólo hay un restaurante para comer y puede que no nos cuadre en la ruta cuando tengamos hambre.

Nos dan una bolsa con zumos, agua, bocadillos, fruta ... muy completo para pasar el día. Sin demorarnos más, emprendemos el corto camino que separa el hotel de la entrada a la ciudad antigua de Petra.

En la taquilla enseñamos la Jordan Pass y nos dan una entrada que nos sellan más abajo, justo donde comienza la visita (nosotros compramos la Jordan Pass con un sólo día de visita a Petra, pero se puede comprar con más días de visita).

Comenzamos a caminar y ya presagiamos que hoy será una jornada especial en este viaje a Jordania.

Esta ciudad Patrimonio de La Humanidad, capital del antiguo Reino Nabateo, se ubica en un valle angosto que se extiende desde el Mar Muerto hasta el Golfo de Aqaba.

La ciudad se fundó a finales del siglo VIII a.C. y por su buena ubicación en las grandes rutas comerciales, prosperó rápidamente.

Siglos después debido a un gran terremoto y a que las rutas comerciales se debilitaron, los habitantes de Petra abandonaron la ciudad y ésta cayó en el olvido.

Los nómadas Beduinos que quedaron, vivieron ocultos y protegiendo así este gran patrimonio, hasta que el explorador suizo Jean Louis Burckhardt lo redescubrió (año 1812).

Las construcciones en las paredes de las rocas, hacen que Petra sea una lugar especial abierto al mundo para que todos podamos contemplar y admirar.

A Petra se accede por un sendero de montaña situado al noroeste de la ciudad, o a través de el Siq (entrada principal), un profundo cañón de aproximadamente 1.5 km de longitud y de impresionantes paredes verticales.

Los bloques del Djinn custodian el sendero que conduce al Siq, apenas se sabe algo de ellos, y cual era su función, pero se cree estos tres grandes bloques tallados que pasan desapercibidos en el camino eran tumbas.


Bloques del Djinn

Un poco más adelante pero al otro lado del camino, está la Tumba de los Obeliscos. Se trata de una estructura construida bajo otra más antigua, en dos niveles bien diferenciados.

Tumba de los Obeliscos

Pasada la tumba, encontramos un grupo de "actores" disfrazados para llamar la atención de los turistas y poderse hacer fotos previo pago, luego hacen un breve recorrido hasta la montaña y se ocultan en un agujero esperando a que pasen más personas. 

Un letrero indica que comienza el Siq, la entrada principal a la antigua ciudad de Petra y lo vamos descubriendo casi en solitario.

                                                             El Siq de Petra

El Siq de Petra

Caminar por este impresionante cañón es algo inigualable, hay momentos en que entre las paredes no hay más de dos metros de ancho, pero sin duda lo más impresionante es la impresionante altura de las mismas.

Durante el recorrido del Siq vamos viendo canales excavados en las paredes que servían para conducir el agua hasta Petra, sin olvidar mencionar que al inicio hay una presa que regularía el nivel de agua para que no se inundara el Siq.

Tampoco pasa desapercibido ante nuestro ojos, diversas capillas, algo que sugiere que el Siq era un lugar sagrado para los Nabateos. 

El Siq finaliza en la fachada más espectacular del yacimiento, El Tesoro, cuya silueta se puede ver por primera vez desde dentro del desfiladero y es un recuerdo que te llevas para siempre.

Finalizando el Siq de Petra


Primeras vistas de El Tesoro. Petra

El Tesoro tiene una altura de 43 metros, fue construido por el rey nabateo Aretas III.

Su nombre "El Tesoro" se debe a una leyenda que decía que había un tesoro faraónico escondido en la urna que hay en el centro del segundo nivel, pero posiblemente la realidad fuera la construcción  como templo o tumba real.

Hemos llegado un poco pronto y el sol todavía no ilumina bien toda la fachada, por lo que aprovechamos a tomar un café bien caliente que nos sienta estupendo porque a primera hora de la mañana hace un frío que pela.

El Tesoro esculpido en la roca. Petra

Es sin duda alguna, el lugar donde más gente hemos visto concentrada en todo el recorrido que hicimos en el día, una verdadera maravilla que tenemos la suerte de contemplar con nuestros propios ojos y a la que nos resistimos a abandonar...  Alguna foto más para el recuerdo y seguimos el camino.

abulenses ante El Tesoro de Petra

Seguimos caminado por el llamado Siq exterior, nada que ver con el anterior, sólo es un pequeño desfiladero que nos hace llegar hasta la Calle de las Fachadas y donde ya encontramos los puestecitos de souvenirs.

En la Calle de las Fachadas podemos ver casas y tumbas nabateas construidas en las rocas, no demasiado decoradas, pero son enormes, sobre todo las primeras que vemos en el lado izquierdo.


Tumbas Nabateas


 Calle de las Fachadas


las Pequeñas tumbas. Petra

Casi de frente pero más elevadas, se pueden ver tumbas con la fachada más decorada. 


 Petra


Casas nabateas excavadas en la roca


Colores de la roca. PeTra

Al final de la Calle de las Fachada, comienza la empinada subida hacia el Altar de los Sacrificios (lo haremos a última hora del día antes de salir de Petra).

Seguimos la ruta y llegamos al Teatro, otro gran atractivo de la ciudad.
Se excavó en la roca en el siglo I a.C. para una cabida de unas 3.000 personas distribuidas en 45 filas. Posteriormente los romanos lo ampliaron con capacidad de más de 8.000 personas.
En la actualidad se encuentra bastante dañado tras el terremoto del año 363.



el Teatro de Petra

El camino nos lleva hasta los restos de la antigua ciudad romana que se alinean junto a la Calle de las Columnas, pero no dejamos de asombrarnos de las vistas que tenemos de las Tumbas Reales desde el camino.


Vista de las Tumbas Reales. Petra.

Nuestro objetivo es llegar a los restos romanos y en menos de lo previsto ahí la tenemos.


Llegando a los restos romanos. Petra


Restos romanos. Petra

Desde la Calle Columnada se asciende al templo a través de un tramo de escaleras bien empinadas, y perderse por los rincones y recovecos es la mejor forma de hacer la visita.

El recinto del Templo tiene una superficie de más de 7.000 m2, haciendo que este conjunto sea espectacular dentro de la ciudad de Petra.

El recinto está compuesto por una entrada formal (Propylaeum), un recinto sagrado (Temenos) y las escaleras del este y oeste que a su vez conducen al recinto sagrado del Templo propiamente dicho.


El Gran Templo romano


Visitando el Gran Templo


Restos romanos. Petra


Restos arqueológicos. Petra

Desde el Gran Templo habría que ir a visitar la Iglesia Bizantina, pero nosotros nos lo saltamos, es el momento en el que paramos a comer algo para seguir con energía.


Vista de los restos de la Iglesia Bizantina a lo lejos

Emprendemos un camino con un ligero ascenso que nos lleva directos a las Tumbas Reales, las hemos ido viendo durante mucho tiempo pero desde lejos y ahora las tenemos ahí mismo y son realmente impresionantes.


Posando ante las Tumbas Reales

La primera empezando por la izquierda es la Tumba del Palacio, denominada así por su exuberante decoración imitando a un palacio griego.

Seguida a la anterior encontramos la Tumba Corintia, cuyo nombre deriva de sus capiteles con adornos florales. Es una mezcla de influencia nabatea, en el nivel inferior, y en el nivel superior presenta influencias griegas.


Tumbas Reales. Petra

Seguimos descubriendo las Tumbas Reales y nos encontramos con la Tumba de la Seda, denominada así por las vetas de colores que tiene la roca.


Tumba de la Seda. Tumbas Reales

Estamos maravillados con los colores, tanto en el exterior como en el interior de las tumbas, es fascinante ver las vetas en tonos rosas, blancas y amarillas.

Llegamos a la última de las Tumbas Reales, la que nos pillaba más a nuestra derecha, la conocida como Tumba de la Urna, nombre que se debe a la enorme urna tallada en la parte superior de su fachada.
Tiene un grandioso pórtico tallado en la piedra y una enorme terraza frontal.


Tumba de la Urna. Tumbas Reales


Tumba de la Urna. Tumbas Reales


Interior de la Tumba Real

Esta zona nos ha dejado impresionados por los colores, la grandeza de las fachadas ... nos hubiéramos quedado más tiempo pero nos es imposible debido a que tenemos que subir al Altar de los Sacrificios, y según tenemos entendido es una caminata considerable.


Colores de Petra

Como hemos dicho, nos dirigimos hasta el inicio de la ruta del Altar de los Sacrificios, ubicada cerca del Teatro y sin demorarnos nada, comenzamos a subir escalones de piedra tallados en la misma roca y poco a poco comenzamos a tener vistas de Petra desde las alturas.


Vista de Petra desde las Alturas


Subiendo al Altar de los Sacrificios

La subida para nosotros no es demasiado dura, será por ir viendo el paisaje y las altas paredes por las que transcurre el camino.

Finalmente llegamos al Altar, que como suele ser, se construyó en la cima de una montaña, en este caso, llamada Jebel Madbah.

El Altar de los sacrificios se hace en una esplanada donde se tallaron canales de desagüe para canalizar la sangre de los animales sacrificados.


Altar de los Sacrificios. Petra


Altar de los Sacrificios. Petra

Ni que decir tiene que desde tanta altura se obtienen unas vistas increíbles y precisamente es desde este lugar donde divisamos lo poco que se ve del Monasterio (una excursión a la que hemos tenido que renunciar por falta de tiempo, pero que es una visita imprescindible).


Vista de Petra desde el Altar de los Sacrificios


Parte de la fachada del Monasterio vista desde el Altar de los Sacrificios

Emprendemos el regreso por las mismas escaleras por las que hemos subido (hay otros caminos), y poco a poco comenzamos a ver de nuevo Petra pero ya con los colores del atardecer.


Petra

Nos dirigimos hacia la salida y volvemos a tener delante de nosotros el Tesoro y el Siq, un recuerdo del que creo que nunca nos olvidaremos.


Despidiéndonos de el Tesoro


volvemos a Adentrárnos en el Siq

Llegamos al hotel bastante cansados y con frío. Es el momento de merendar lo que nos ha sobrado de comida y darnos una ducha caliente antes de ir al Espectáculo Nocturno de Petra.

Como ya os dijimos, en el hotel se pueden comprar las entradas (17 JD, ésta no está incluida en la Jordan Pass) y aunque en la calle hace frío y no apetece salir, creemos que la oportunidad hay que aprovecharla y sin pensarlo más  volvemos a la entrada de Petra, eso sí, esta vez en coche.

La experiencia es totalmente diferente a la que tenemos en la visita de día. A las 20:30 horas comienza el espectáculo de luces y sonidos, por lo que es importante llegar con tiempo suficiente para caminar por el Siq sin prisa y disfrutar del silencio, de la oscuridad y de la luz de las velas, lo que hace la experiencia muy mística.

Al llegar y ver iluminada la fachada del Tesoro es una sensación increíble pero a nuestro parecer, permanecer dos horas allí escuchando música es demasiado para el frío que tenemos.
De todas maneras, la experiencia merece la pena y si estás en Petra hay que venir y disfrutar del espectáculo nocturno, aunque nuestro consejo es que lo hagáis antes de hacer la visita de día, porque el factor sorpresa se pierde un poco.


Espectáculo Petra by Light


















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