Tenemos el privilegio de adentrarnos en la provincia de Valladolid en busca de castillos y fortalezas que nos ayudarán a conocer mejor los habitantes de cada época.
Esta tierra, habitada desde tiempos prehistóricos, acogieron a legiones romanas, albergaron asentamientos celtibéricos, en la Edad Media fueron testigo de batallas fronterizas entre los reinos de Castilla y León, así como más tarde, los enfrentamientos protagonizados por monarcas y grandes señores.
1.- TIERRA DE PINARES:
En la zona se han encontrado vestigios de poblamientos medievales en Boecillo, Ramiro y Villaverde de Medina.
Durante el siglo XI se inicia la repoblación de los territorios ubicados al sur del Duero: de la mano de Alfonso VI surgen las primeras Comunidades de Villa y Tierra, como las de Íscar, Olmedo y Medina del Campo.
Durante los siglos XIV y XV se construyeron los dos castillos más emblemáticos de Tierra de Pinares: el de Portillo y el de la Mota.
El castillo portillano tendrá un protagonismo destacado en las guerras castellanas del reinado de Juan II el de la Mota, constituirá uno de los más destacados baluartes durante el reinado de los Reyes Católicos.
En el siglo XV se erigen también el castillo de Foncastín, del que sólo quedan restos y el de Don Álvaro de Bracamonte en Fuente el Sol.
- CASTILLO DE LA MOTA DE MEDINA DEL CAMPO, tiene su origen en la repoblación del siglo XI. Se fortifica, independizando el recinto de la vieja villa de "la Mota".
Juan I dona la villa y la Mota a su hijo Fernando de Antequera, futuro rey de Aragón y los enfrentamientos entre Juan II de Castilla y los Infantes de Aragón provocaron que la villa estuviera alternativamente dividida en manos de unos u otros. Tras la batalla de Olmedo, la Mota queda bajo poder real.
Enrique IV ordena la construcción de la torre y entrega la fortaleza al arzobispo de Toledo, cuya traición devuelve la fortaleza al dominio aragonés.
En el Acuerdo de los Toros de Guisando se entrega la fortaleza y la villa a Isabel, pero el rey se la quitará para entregársela a su hija Juana, quedando la fortaleza en manos de Alonso de Fonseca hasta su muerte.
Durante la Guerra de las Comunidades, la fortaleza permanece fiel a la corona, pese a que Medina era comunera.
El castillo actual, responde a la tipología de la Escuela de Valladolid. Tiene un amplio patio de armas y una Torre del Homenaje de casi 40 metros de altura. Desde el patio se accede a la capilla de Santa María.
- CASTILLO DE ISCAR, la repoblación de Íscar fue iniciada por Alfonso VI, al amparo de la villa fortificada, se crea una Comunidad de Villa y Tierra que fue alternativamente de los reyes de Castilla y de León hasta el siglo XIV, o de los señores de las casas de Lara y de Haro, hasta que Enrique II las dona a Juan González de Avellaneda. En el siglo XV el matrimonio de Aldonza de Avellaneda con Diego López de Zúñiga, supone la integración en el señorío de los Condes de Miranda del Castañar, al que pertenecen hasta el siglo XIX.
Dominando desde lo alto la localidad del mismo nombre, nos encontramos con este castillo que se puede visitar gratis todo su recinto a excepción de la Torre del Homenaje, para lo que se necesita sacar una entrada con visita guiada.
El castillo tiene estructura defensiva con un foso que le protege de los accesos por el páramo.
Se construyó sobre las ruinas de otra fortaleza anterior. La parte más antigua conservada, son los restos de las murallas y la estructura interior de la torre del homenaje.
Dentro del recinto, en el patio de armas, podemos tomar una cerveza artesana en el establecimiento "Juana la Loca", lo cual nos llama mucho la atención.
- CASTILLO DE PORTILLO, situado en la localidad del mismo nombre, sobre un cerro desde donde se domina buena parte de la Comarca Tierra de Pinares, fue edificado sobre una fortaleza preexistente.
La localidad de Portillo se encontraba amurallada en un perímetro de casi 2 km. Hoy sólo se conservan dos puertas medievales, El Arco Grande y el Arco Pequeño.
En la actualidad, el castillo es un Centro Cultural. En la Torre del Homenaje se realizan exposiciones y se celebran actividades, así como en el patio de armas se celebran conciertos.
2.- MONTES TOROZOS:
Entre Tierra de Campos y el límite meridional que dibujan el río Pisuerga y el Duero, se extienden los Montes Torozos. Páramos calizos salpicados de manchas boscosas rodeados por pueblos que conservan su historia.
Habitadas desde la Edad de Hierro, dieron cobijo a legiones romanas. Durante la Reconquista fueron escenarios de batallas que iban arrebatando terreno a los musulmanes y acogieron a los pobladores procedentes del norte que se agrupaban bajo la protección de nobles señores, al abrigo de los castillos bien situados en todo el territorio.
Estos castillos trazaron una línea defensiva en el borde del páramo, cuyas huellas han llegado hasta nuestros días.
Hasta los Reyes Católicos consolidaron la unión de sus reinos. Estas tierras constituyeron uno de los principales escenarios de la Guerra de las Comunidades, siendo Villalar de los Comuneros donde fueron ajusticiados sus líderes.
- CASTILLO-PALACIO DE FUENSALDAÑA, muy conocido por ser durante años la sede del Gobierno autonómico, actualmente es un Centro de Interpretación de los Castillos de Valladolid.
Perteneces a la denominada Escuela de Valladolid, creada en la segunda mitad del siglo XV con una serie de construcciones que se caracterizan por tener planta cuadrada y una gran torre del homenaje.
Es uno de los castillos bajomedievales de Castilla que mejor representa el poder ascendente de una familia de la época.
Cuenta con una exposición de fotografía, con una muestra interactiva sobre el origen de los castillos de la Península Ibérica y hace un recorrido por las fortalezas más representativas de la provincia.
- CASTILLO DE TRIGUEROS DEL VALLE, castillo también conocido como "La Fortaleza", data del siglo XV.
- CASTILLO DE SIMANCAS, Es el Archivo General de Simancas, iniciado por Carlos V y finalizado por su hijo Felipe II.
No es casualidad que el Archivo se eligiera en este gran edificio de carácter defensivo y tan cercano a la corte situada en Valladolid.
En sus inicios, tan sólo una de las torres fue utilizada por Carlos V para la guardia y custodia de las escrituras que atañían personalmente a su patrimonio.
Fue su hijo Felipe II quien encargó a Juan de Herrera la proyección de un edificio orientado a funcionar como archivo de la monarquía.
En su visita podemos admirar documentos de la historia de España que van desde el siglo XV hasta el siglo XIX
- CASTILLO DE MOTA DEL MARQUÉS, en el teso que domina el caserío y que le da nombre, se alzan los restos de la fortaleza medieval que en el sigo XIII pertenecía a la Orden Teutónica.
Formaba parte de la línea defensiva de los Montes Torozos. Su deterioro actual no impide distinguir los restos de una cúpula, algunas ventanas y el arranque de los cubos que formaban parte de la muralla que circundó al castillo.
A la fortaleza se puede acceder a pie por un camino que sale desde las ruinas de la iglesia del Salvador.
- CASTILLO DE TIEDRA, el castillo es uno de los monumentos más destacados de la villa. La parte más antigua data del siglo XII y su construcción finaliza en el siglo XIV tras el cerramiento del patio llevado a cabo por los Téllez de Meneses.
El castillo se encuentra en un extremo del pueblo, sobre un espigón desde el que se domina la campiña de Toro.
Su sencilla estructura consta de una torre del homenaje cuadrada, construida en sillería que posee sótano más cuatro plantas, la última abovedada y una azotea almenada.
La visita al castillo se realiza recorriendo la torre desde el sótano, antigua cárcel, hasta la azotea en la que se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas.
- CASTILLO DE TORRELOBATÓN, el futuro Almirante de Castilla, Alfonso Enríquez, compra Torrelobatón y consigue la licencia para edificar un castillo.
Su heredero, Fadrique, pierde la propiedad por apoyar a los Infantes de Aragón frente a Juan II, que la transfiere a Alonso Pérez de Vivero. Recuperará la propiedad cuando regresa del exilio perdonado por Enrique IV.
Construye entones un nuevo castillo señorial aprovechando el existente, ya que los daños sufridos en la Guerra de las Comunidades lo dejaron en muy malas condiciones.
- CASTILLO DE URUEÑA, su condición de baluarte natural entre Montes Torozos y Tierra de Campos ha condicionado la historia de Urueña, disputada a lo largo de los siglos por los reinos de Castilla y de León.
Su recinto amurallado data del sigo XII y es uno de los mejor conservados de la provincia. Protegía un castillo que se edificó sobre una fortaleza romana a mediados del sigo XI a instancias de Fernando I. Un siglo después, la infanta doña Sancha, hermana de Alfonso VII, ordenó la construcción de las murallas.
- CASTILLO DE VILLALBA DE LOS ALCORES, construido entre los siglos XII y XIII.
Se fundó por la Orden Sanjuanista, y hoy en día está declarado Monumento Histórico-Artístico, pero es de propiedad privada y no se puede visitar.
- CASTILLO DE MONTEALEGRE DE CAMPOS, también conocido como Castillo de los Alburquerque. Se trata de un gran castillo-fortaleza con un gran patio interior y muros de gran altura.
La torre del homenaje tiene forma de polígono irregular, en forma de punta de flecha.
Esta fortaleza sirvió como refugio a los Comuneros, pero también tuvo otros servicios como silo para guardar cereales.
Hoy en día en su interior se puede visitar un Centro de Interpretación.
Se ubica a la salida del pueblo, por lo que hay que atravesar toda una calle e ir visitando los puntos más emblemáticos de la localidad.
3.- TIERRA DE CAMPOS:
Las extensas llanuras de cereales situadas al norte de Valladolid conforma casi la mitad de la superficie de la comarca natural de Tierra de Campos.
Habitada por vacceos, romanos y godos, fue repoblada a partir del sigo IX por Ordoño I de Asturias con gentes procedentes del norte y de los territorios ocupados por los musulmanes.
Durante la Baja Edad Media fue frontera entre los reinos de Castilla y de León.
- CASTILLO DE TORDEHUMOS, erigido a mediados del siglo XII, fue baluarte de la frontera entre los reinos de Castilla y León.
Fue testigo del Tratado de Tordehumos, por el que Alfonso VIII de Castilla y Alfonso IX de León, sentaron las bases de la futura unión de las coronas.
Sirvió como atalaya desde la que comunicarse con otras fortalezas a través de señales de humo de día y fuegos de noche. Se trataba de "Otero de los Humos", que dio nombre al pueblo.
Al castillo se accede a través de una pista de escasa pendiente con escaleras donde hay paneles explicativos. En lo alto del cerros se encuentran los vestigios de la muralla que podemos recorrer a lo largo de una senda que circunda su perímetro.
- CASTILLO-PALACIO DE VILLAGARCÍA DE CAMPOS, o castillo-palacio de los Quijada, que fue en tiempos de esplendor una obra de gran envergadura, contaba con altos torreones y puente levadizo.
Perteneció a la corona y posteriormente a la reina, quien lo entregó a don Luis Méndez Quijada, escudero de Carlos V, y a su mujer, doña Magdalena de Ulloa.
El castillo fue asolado por el ejército francés en 1810.
Los restos del castillo-palacio se sitúan junto a la carretera por lo que es fácil localizarlo y se accede de forma gratuita.
4.- DUERO-ESGUEVA:
Nos adentramos en el oriente de la provincia, vertebrado por los ríos Duero y Esgueva. Ambos ríos conforman dos valles: El Esgueva transcurre por el páramo entre cultivos de secano, escasamente tiene manchas boscosas, pero con parajes sorprendentes como el que configura en el entorno del embalse de Encinas. En la fértil ribera del Duero, que atraviesa la provincia de este a oeste, predominan los viñedos de tempranillo que han dado fama internacional a sus vinos.
La zona cuenta con numerosas fortificaciones y monasterios además de vestigios neolíticos y poco a poco lo queremos ir descubriendo.
- CASTILLO DE PEÑAFIEL, es un castillo Monumento Nacional que alberga el Museo Provincial del Vino.
La fortaleza domina los valles del Duratón y el Botijas en su confluencia con el Duero.
Su planta no responde al arquetipo de la Escuela de Valladolid, pero su torre del homenaje sí se ajusta al modelo.
- CASTILLO DE ENCINAS DE ESGUEVA, mandado construir por Diego López de Zúñiga, I señor de Béjar, cuando compró la villa de Encinas.
Casi dos siglos después, Francisco López de Zúñiga, IV duque de Béjar, vende las villas de Encinas y de Canillas de Esgueva a Antonio del Río Aguilar, y éste con intención de convertir el castillo en su residencia familiar, abre grandes ventanales (hoy cegados).
El castillo ha pasado por varias manos y habitado hasta el pasado siglo XX, hasta que en los años 50 es adquirido por el Ministerio de Agricultura y le convierte en sitio de cereales.
En la actualidad, el castillo se encuentra en perfecto estado de conservación en su exterior y ostenta la titularidad la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, y de su gestión se encarga el Ayuntamiento de la localidad.
- CASTILLO DE VILLAFUERTE, mandado construir por Garci Franco de Toledo, noble descendiente de judíos toledanos conversos, tras heredar la villa de su padre.
Los grandes problemas económicos hacen que los habitantes de la villa se enfrenten con Garci Franco de Toledo en diversas ocasiones, y tras su muerte, lo hereda su hijo, que arrastrado por las deudas deja la fortaleza inconclusa.
Esta fortaleza es típica de castillo señorial que sigue el patrón de la Escuela de Valladolid. Es de planta cuadrada con torres redondas en tres de sus esquinas y una gran torre del homenaje ocupando la cuarta.
Se encuentra rodeado por una barrera de poca altura, por lo que tenía poca capacidad defensiva, pero sí era muy útil frente a los desordenes sociales y las luchas de poder.
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